MADRID, 28 Jul. (INFOSALUS) -
Hace año y medio la información sanitaria en España estuvo prácticamente monopolizada por la hepatitis C, después de que numerosos afectados por el virus se agruparan en plataformas para conseguir que las autoridades financiaran los nuevos tratamientos orales de última generación, capaces de acabar con el virus en más del 90 por ciento de los casos.
Eso hizo que esta subtipo de hepatitis, que afecta a unas 480.000 personas en España aunque sólo uno de cada cuatro están diagnosticados, se hiciera más conocida. Pero ¿qué pasa con el resto? Este jueves 28 de julio se celebra el Día Mundial de la Hepatitis, una inflamación del hígado que puede estar causada por hasta cinco virus diferentes designados por las letras, A, B, C, D y E.
La afección puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado. Y aunque los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de estas inflamaciones, también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunitarias.
La infección aguda puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno, según reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), y también puede producir manifestaciones como la ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Para que cuando acabe el día sepas un poco más sobre las cinco variantes de las hepatitis víricas, en Infosalus te explicamos las diferentes formas de contagio de cada una, su tratamiento y a cuánta gente afectan a nivel mundial:
HEPATITIS A
El virus de la hepatitis A está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Se puede propagar también por ciertas prácticas sexuales.
En muchos casos la infección es leve, y la mayoría de las personas se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Sin embargo, las infecciones también pueden ser graves y potencialmente mortales.
La mayoría de los habitantes de zonas del mundo en desarrollo con saneamiento deficiente se han infectado con este virus. De hecho, según la OMS, se estima que en países con menos recursos la mayoría de los niños (90%) han sufrido la infección antes de los 10 años. No obstante, actualmente hay vacunas seguras y eficaces para prevenirla.
HEPATITIS B
El virus de la hepatitis B se transmite por la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infectados. También puede transmitirse de madre a hijo en el momento del parto o de un miembro de la familia infectado a un bebé. Otra posibilidad es la transmisión mediante transfusiones de sangre u otros productos sanguíneos contaminados, mediante inyecciones o material quirúrgico, o por el uso de drogas inyectables.
La enfermedad también plantea un riesgo para el personal sanitario cuando este sufre pinchazos accidentales con agujas mientras asiste a personas infectadas por el virus. Al igual que con la A, existe una vacuna segura y eficaz para prevenir esta infección.
Se estima que hay 240 millones de personas que padecen infección crónica por el virus de la hepatitis B, y más de 686.000 pacientes mueren cada año como consecuencia de este virus, incluido por cirrosis y cáncer hepático.
HEPATITIS C
La hepatitis C se transmite casi siempre por exposición a sangre infectada, lo cual puede suceder mediante transfusiones de sangre y derivados contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. La transmisión sexual también es posible, pero mucho menos común.
A nivel mundial se estima que hay entre 130 y 150 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C, de los que un número considerable desarrollarán cirrosis o cáncer de hígado. Aproximadamente 700.000 personas mueren cada año por enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C.
En este caso no hay vacuna pero en los últimos años han aparecido nuevas combinaciones de tratamientos capaces de eliminar el virus por completo, con una eficacia y seguridad muy elevadas.
HEPATITIS D
Esta infección sólo se produce en las personas infectadas con el virus de la hepatitis B, ya que necesita su presencia para sobrevivir en el organismo, y la infección simultánea por ambos virus puede causar una afección más grave y presentar más complicaciones.
Hay vacunas seguras y eficaces contra la hepatitis B que también ofrecen protección contra la infección por el virus D. Además, para prevenir el contagio se recomienda el uso de preservativos y evitar compartir agujas u objetos personales como cepillos de dientes o máquinas de afeitar.
HEPATITIS E
Al igual que el virus A, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. El virus de la hepatitis E es una causa común de brotes epidémicos de hepatitis en zonas en desarrollo y cada vez se considera una causa más importante de enfermedad en estos países. Aunque se han obtenido vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección, todavía tienen una distribución muy limitada.
Cada año se registran unos 20 millones de casos de infección por el virus de la hepatitis E en todo el mundo, más de tres millones de casos agudos y unas 56.600 muertes relacionadas con esa hepatitis.