MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La doctora del Hospital Pappa Giovanni XXIII, en Bergamo (Italia), Anna Falanga, ha explicado, durante su intervención en el Congreso Nacional de Hematología, que la hipercoagulabilidad en el cáncer aumenta el riesgo de complicaciones tromboembólicas.
Este hecho hace pensar que determinados marcadores hemostáticos podrían predecir el tromboembolismo venoso (TEV) en los pacientes. Además, "los mecanismos de hemostasia también están implicados en la progresión tumoral y en su diseminación, y cuando el cáncer progresa, las anormalidades de la hemostasia aumentan", ha explicado.
En este sentido, ha informado, se han llevado a cabo numerosos estudios con el objetivo de evaluar los marcadores hemostáticos en relación a la supervivencia. Los parámetros más analizados han sido el fibrinógeno y el dímero D para los que "los datos coinciden en asociar niveles altos de estos marcadores con un mal pronóstico de la enfermedad oncológica", ha revelado Falanga.
Uno de estos estudios, llamado 'Hypercan', pretende evaluar si la hipercoagulabilidad podría ser una herramienta para evaluar el riesgo, diagnóstico precoz y el pronóstico del cáncer. Falanga ha avanzado que "los datos preliminares muestran que la medición de la generación de trombina puede ayudar a identificar a pacientes con un alto riesgo de recurrencia temprana de la enfermedad, especialmente en mujeres con tumores resecados limitados candidatos a tratamiento con quimioterapia".
VALIDACIÓN CLÍNICA
La experta ha apuntado que, aunque hay que seguir validando estos resultados, los hallazgos sugieren que "los biomarcadores hemostáticos podrían ser útiles para predecir los resultados del cáncer", ha asegurado la especialista, si bien es preciso "estandarizar los parámetros analíticos y los biomarcadores, y validarlos clínicamente mediante ensayos prospectivos".
Por su parte, el doctor del Hospital General Universitario Santa Lucia, de Cartagena (Murcia), Javier Trujillo, ha analizado la terapia antitrombótica en pacientes con cáncer. Después de precisar que durante años las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) han sido el tratamiento de elección, ha presentado diferentes trabajos que evalúan la eficacia y los efectos de los anticoagulantes orales de acción directa (ACODs).
Los estudios ponen de manifiesto la complejidad de establecer recomendaciones generales, ya que el riesgo hemorrágico varía según el tipo de tumor, y esta variable condiciona el tratamiento con HBPM (por ejemplo, en pacientes con alto riesgo de hemorragia, como los tumores gastrointestinales, del tracto genitourinario o vejiga, entre otros) o con ACODs.
Además, ha indicado el doctor, "hay que tener en cuenta las interacciones farmacológicas entre los ACODs y los antineoplásicos (y viceversa)". Por tanto, ha finalizado, los resultados confirman la necesidad de realizar una terapia personalizada y la dificultad para establecer recomendaciones generales, si bien los ACODs pueden suponer un avance terapéutico en estos pacientes por la simplicidad de administración y la no necesidad de monitorización.