MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El hecho de poder detectar muy precozmente clones hematopoyéticos con una potencial transformación maligna, supone un avance muy importante, "sobre todo en cuanto al establecimiento de protocolos adecuados para el seguimiento de estas personas, que aún no pueden considerarse pacientes", según Josep María Ribera, del Instituto Catalán de Oncología (ICO) en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).
Todo esto "debe realizarse sin alarmar, pues en muy pocos de estos casos se acabará desarrollando un verdadero cáncer hematológico. Será importante seguir a los portadores de estos clones y continuar aprendiendo de esta nueva línea de investigación", ha afirmado en el LXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y XXXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), #Hemato2022.
En el encuentro se ha abordado la hematopoyesis clonal, un proceso descrito hace pocos años y que está en continuo desarrollo, con implicaciones que van más allá de la hematología.
"Es una entidad que está teniendo un crecimiento enorme y que requerirá de la participación de diversas especialidades. Seguramente, veremos aparecer unidades clínicas específicas en esta área, con participación de hematólogos, biólogos moleculares, cardiólogos y neurólogos, aunque se irán incorporando más profesionales en el futuro", afirma David Valcárcel, del Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona).
La hematología es una especialidad en la que la formación continuada es crucial y ha de ser muy completa, ya que integra la práctica clínica con la incorporación de técnicas diagnósticas de última generación y el desarrollo de nuevas modalidades terapéuticas, en mayor medida que cualquier otra especialidad, probablemente.
"El paradigma en este momento son los tratamientos con células CAR-T, que se han abordado en diversos simposios. Sin ninguna duda, en los próximos años tendremos novedades en las terapias CAR-T; de hecho, las vemos cada semana, y no solo en el ámbito de la hematología, sino que también son muy interesantes los datos referentes al empleo de estas terapias en enfermedades autoinmunes e, incluso, en enfermedades infecciosas", afirma el doctor Valcárcel.
El mieloma múltiple ha sido el último cáncer hematológico al que ha llegado la terapia CAR-T. En #Hemato2022 se ha analizado y comparado la evidencia disponible sobre las estrategias dirigidas a BCMA en el tratamiento del mieloma múltiple, especialmente las distintas terapias CAR-T y los anticuerpos monoclonales biespecíficos.
También "hemos conocido nuevas dianas inmunes con potencial terapéutico más allá del BCMA, así como los mecanismos implicados en la resistencia a esta inmunoterapia adoptiva. Ambas estrategias permiten mejorar el diseño de los productos CAR-T del futuro con el fin de aumentar la expansión y persistencia del linfocito CAR-T dirigido frente a las células plasmáticas del mieloma, y prolongar la respuesta", explica Verónica González de la Calle, del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.