MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFA) son omnipresentes en el medio ambiente y cada vez hay más pruebas de sus efectos nocivos. Un grupo de compuestos fluorados más pequeños se están convirtiendo en sustitutos de estos "productos químicos para siempre", aunque la investigación sugiere que las versiones más pequeñas también podrían ser perjudiciales.
Ahora, un estudio publicado en la revista 'Environmental Science & Technology', de la Sociedad Química Americana (ACS, por sus siglas en inglés), informa de que los niveles de estas sustancias en muchas muestras humanas y de interiores son similares o superiores a los de los PFA heredados.
Aunque los PFA se han utilizado ampliamente en bienes de consumo, como envases de alimentos, productos para la menstruación y papel higiénico, algunos gobiernos están empezando a regular su uso.
Los más comunes son los PFOS y los PFOA: cada uno de ellos tiene una cadena principal de ocho carbonos y se consideran ácidos perfluoroalquílicos (PFAA). Se pensaba que los PFAA de "cadena corta", con menos de ocho carbonos, y los PFAA de "cadena ultracorta", con sólo dos o tres átomos de carbono, eran sustitutos adecuados de los PFOS y los PFOA.
Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que su pequeño tamaño facilita que se desplacen por los suministros de agua, y pruebas in vitro e in vivo han sugerido que podrían ser más tóxicos que los compuestos más largos.
Así pues, Amina Salamova y Stephanie Eick, ambas de la Universidad de Emory (Estados Unidos), y Guomao Zheng, de la Universidad Meridional de Ciencia y Tecnología de Shenzhen (China), querían averiguar si los PFAA ultracortos se acumulan en los hogares y en el cuerpo humano y entender cómo pueden llegar hasta allí.
Se recogieron más de 300 muestras de polvo, agua potable, suero y orina de 81 personas y sus hogares en Estados Unidos, y luego se analizaron en busca de 47 PFAA diferentes y sus precursores. De estos compuestos fluorados, se detectaron 39, incluidos compuestos de cadena ultracorta y corta.
PFOS y PFOA se detectaron con frecuencia en el polvo, el agua potable y el suero, pero eran menos abundantes que los PFAA de cadena más corta. En la mayoría de las muestras de polvo, agua potable y suero, el ácido trifluoroacético de dos carbonos de longitud era el PFAA más predominante, seguido a menudo por el ácido perfluoropropanoico de tres carbonos de longitud. Pero en las muestras de orina, el ácido perfluoropentanoico de 5 carbonos era el PFAA más abundante.
Los investigadores explican que los PFAA más pequeños podrían colarse a través de los filtros en el agua potable o acumularse fácilmente en el polvo doméstico. Curiosamente, las muestras de polvo de hogares sin alfombras y de hogares que se aspiraban con regularidad contenían niveles sustancialmente más bajos de PFAA.
A partir de los datos, el equipo determinó que la ingesta de polvo y agua sólo contribuía en un 20% a la carga total de PFAA en estas personas.
Este resultado sugiere que estos compuestos deben proceder principalmente de otras fuentes: muchos precursores de PFAA pueden encontrarse en productos de consumo, y algunas pruebas sugieren que pueden descomponerse en compuestos de cadena más corta en el medio ambiente o en el organismo.
Los investigadores afirman que es necesario seguir investigando los niveles de PFAA ultracortos, sus fuentes y sus efectos en la salud humana.