MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Destacados investigadores de enfermedades infecciosas han pedido, en un nuevo artículo publicado en 'The Journal of the American Medical Association', "una respuesta coordinada" al VIH y a la Covid-19 a nivel mundial, ya que, en algunos países, se produce una "intersección" de ambas enfermedades.
Según ellos, esta respuesta debe basarse en los éxitos de los principales programas de los donantes, como el programa del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (GFATM).
"Con la intersección de pandemias, debemos reevaluar nuestro enfoque en la respuesta al VIH y a la Covid-19 a través de dos componentes principales: la inmunización global y la mejora de los servicios a las personas que viven con el VIH y que corren el riesgo de exponerse a él", ha expresado el doctor Larry Corey, profesor de la División de Vacunas y Enfermedades Infecciosas del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson.
"A través de las prioridades clave compartidas en este documento, podemos estar mejor equipados para manejar lo que el futuro tiene reservado para estas pandemias a escala global", ha recalcado.
Según estos expertos, la aparición de la variante Ómicron del SARS-CoV-2 es "un claro ejemplo" de la intersección de las pandemias de Covid-19 y VIH, que pone de manifiesto la relación y los efectos perjudiciales que cada una de estas enfermedades infecciosas tiene sobre la otra.
Los autores citan numerosos datos que indican que las personas inmunodeprimidas con Covid persistente podrían ser el origen de las variantes preocupantes del SARS-CoV-2. El África subsahariana, con su elevada proporción de personas infectadas por el VIH, a menudo sin diagnosticar y sin un tratamiento óptimo, presenta la mayor proporción de personas con inmunodepresión.
Los países con altas tasas de infección por el VIH también suelen tener una baja cobertura de vacunación contra la Covid. Por ello, los autores abogan por programas que integren y mejoren el diagnóstico, la vacunación y la gestión clínica y la investigación para las personas con VIH y Covid-19, así como para sus familias y comunidades.
Concretamente, el artículo comparte tres prioridades clave para ayudar a ampliar los esfuerzos de respuesta a las pandemias. En primer lugar, piden vincular los servicios de diagnóstico y atención del VIH con la vacunación y el tratamiento de la Covid-19 para todas las personas que viven con el VIH.
Por otro lado, a su juicio, "los países con alta incidencia del VIH deben contar con más recursos para identificar de forma más eficiente a las personas con VIH y garantizar un acceso fácil y bien respaldado a la terapia antirretroviral y su seguimiento".
En tercer lugar, para estos investigadores, las personas que viven con VIH, especialmente las que tienen un recuento bajo de CD4, "deben ser objeto de un seguimiento virológico para detectar una infección persistente por Covid-19, independientemente de los síntomas".
Según han resaltado, el PEPFAR, que se ha construido con socios africanos y estadounidenses, combinado con el GFATM, es clave para desplegar estos esfuerzos y debe contar con los recursos adecuados para responder rápidamente a las epidemias que se entrecruzan. "El enfoque actual está costando a los países sus economías y revirtiendo el progreso hacia los objetivos de desarrollo sostenible", apuntan.
Además, recalcan que la comunidad mundial no puede esperar lograr el control de la pandemia mientras el continente africano quede "desprotegido" frente a la Covid-19 debido a un acceso inadecuado a las vacunas y a la terapéutica, "algo que Ómicron ha subrayado".
"Los enfoques actuales, tanto de los gobiernos occidentales como de los africanos, deben cambiar, y las respuestas de salud pública deben contar con los recursos adecuados por parte de los donantes u otras fuentes y estar informadas por las voces de la comunidad", han opinado.
Asimismo, según los autores, los gobiernos africanos también deben aumentar la cobertura de las vacunas, posiblemente a través de mandatos y recursos a los servicios de salud, para reducir la carga económica y de salud pública de estas "pandemias cruzadas" en sus países y sociedades.