MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores del Mount Sinai de Nueva York han descubierto que las células madre de la leucemia mieloide aguda (LMA) humanas dependen de un factor de transcripción conocido como RUNX1, lo que podría proporcionar un nuevo objetivo terapéutico para lograr remisiones duraderas o incluso la cura para esta enfermedad.
En un estudio publicado en junio en 'Cell Reports', el equipo describió cómo utilizaron células madre pluripotentes inducidas de un paciente con LMA para recrear la biología de células madre de leucemia en el laboratorio, revelando que las células madre de leucemia pierden sus propiedades leucémicas una vez que el factor de transcripción es derribado o eliminado. Los investigadores mostraron además que las células de LMA de otros pacientes dependían de RUNX1.
"Nuestro desarrollo de un nuevo modelo de células madre para la LMA nos permitió estudiar estas células con mayor detalle que nunca antes, lo que llevó al hallazgo inesperado de una dependencia específica de las células madre de leucemia en el factor de transcripción RUNX1", dice Eirini Papapetrou, profesora asociada en Ciencias Oncológicas, en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, y autora principal del estudio.
"Investigando más, encontramos estudios anteriores que sugieren que la expresión de RUNX1 es un marcador de mal pronóstico para pacientes con leucemia mieloide aguda --apunta--. Nuestro trabajo ahora puede proporcionar una explicación, a saber, que RUNX1 es necesario para mantener las células madre de la leucemia y así propagarla".
La leucemia mieloide aguda es un cáncer de la sangre y la médula ósea, el tejido esponjoso dentro de los huesos donde se producen las células sanguíneas. Afecta principalmente a los glóbulos blancos, es una de las leucemias más comunes en adultos.
La doctora Papapetrou fue una de los primeros investigadores en derivar células madre pluripotentes inducidas específicas del paciente y usarlas en el modelado de enfermedades, con el objetivo de comprender mejor los mecanismos de la leucemia mieloide aguda e identificar nuevos objetivos terapéuticos prometedores.
Las células madre pluripotentes inducidas, que ganaron el Premio Nobel a su desarrollador en 2012, se generan a partir de células adultas y se pueden diferenciar en casi cualquier tipo de tipo de célula en el cuerpo, lo que las hace diferentes y, de alguna manera, preferibles a las células madre embrionarias.
Mediante el uso de células madre pluripotentes inducidas, la doctora Papapetrou y su equipo de investigación pudieron recapitular un estado de células madre de leucemia que era difícil de captar y estudiar con los modelos tradicionales.
"Nuestro modelo facilitó mucho el aislamiento y el cultivo de células madre de leucemia durante un largo período, lo que significó que pudimos obtenerlas en gran número para las investigaciones en curso", explica.
Ese trabajo descubrió otros genes intrigantes que parecen desempeñar un papel en la mediación de los efectos de RUNX1 en las células madre de leucemia. El más destacado es TSPAN 18, que los científicos creen que podría ser un objetivo terapéutico aún más atractivo que RUNX1, ya que, como proteína de la superficie celular, puede ser dirigido con anticuerpos o enfoques de células T del receptor de antígeno quimérico (CAR).
TSPAN 18 y otros genes candidatos que se encuentran aguas abajo de RUNX1 podrían ser futuros sujetos de investigación por parte del laboratorio de la doctora Papapetrou, que está comprometido con el estudio de los trastornos de la sangre, particularmente los tumores malignos mieloides.
De hecho, los avances del laboratorio con células madre de leucemia humana tienen implicaciones más amplias para todo el campo en torno a la focalización terapéutica de las células madre de leucemia.
"Estamos demostrando que no se puede afectar de manera apreciable la leucemia sin abordar las células madre relacionadas con ella", enfatiza Papapetrou, y agrega que su trabajo ha proporcionado conjuntos de datos y firmas genéticas caracterizadas de células madre de leucemia de LMA que serán fundamentales para futuros estudios.
"Es imposible decir en esta etapa temprana cuándo o si nuestro trabajo conducirá a mejoras significativas o posiblemente a una cura para la LMA pero los resultados que hemos visto hasta ahora son muy prometedores y subrayan el tremendo potencial en este campo", destaca.