MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Oncológico Vanderbilt-Ingram, en Estados Unidos, han descubierto una diana farmacológica en las células asesinas naturales que podría desencadenar una respuesta terapéutica en pacientes con cáncer de mama triple negativo resistente a la inmunoterapia, según publican en la revista 'Cancer Discovery'.
En la actualidad, sólo un 15% de las pacientes con cáncer de mama triple negativo en estadio inicial se benefician de la combinación de inmunoterapia (fármacos dirigidos a las células inmunitarias para atacar el tumor) con quimioterapia. Identificar por qué la mayoría de las pacientes no responden es fundamental para personalizar los planes de tratamiento y minimizar los efectos secundarios de la terapia en las pacientes.
La investigación destaca los receptores NKG2A como posibles dianas para superar la resistencia a la inmunoterapia en el cáncer de mama. Estos receptores existen en células inmunitarias ("asesinas naturales") capaces de destruir las células cancerosas.
En este estudio, los investigadores dirigidos por Justin Balko, PharmD, PhD, Profesor Asociado Ingram de Investigación Oncológica, estudiaron el Complejo Mayor de Histocompatibilidad I específico de tumor (tsMHC-I), una molécula esencial para la capacidad del sistema inmunitario de reconocer las células tumorales. Analizando la variabilidad del tsMHC-I en cánceres de mama humanos y en modelos de ratón, hallaron una gran heterogeneidad en la expresión de esta molécula. Esta variabilidad se relacionó con la falta de beneficio de la adición de inmunoterapia.
A continuación, se pusieron a estudiar cómo superar esta resistencia terapéutica en las pacientes. Sus hallazgos sugieren que la combinación de la terapia anti-NKG2A con la anti-PD-L1 puede representar un enfoque prometedor, aunque poco explorado, para tratar el cáncer de mama triple negativo. Este estudio profundiza en la comprensión de por qué las inmunoterapias son ineficaces para muchas pacientes con cáncer de mama triple negativo y cómo superar esta resistencia a los fármacos.
"Estos hallazgos arrojan algo de luz sobre al menos una de las razones por las que sólo una pequeña fracción de las pacientes con cáncer de mama se benefician de la inmunoterapia: sus tumores ya han encontrado la manera de eliminar un componente crítico para la respuesta a la inmunoterapia. Sin embargo, comprender esto nos proporciona un biomarcador potencial para identificar a esas pacientes y, lo que quizá sea más importante, expone una nueva forma de atacar las células tumorales que han escapado al sistema inmunitario", afirma Balko, autor correspondiente del estudio.
"Este estudio es fruto de la colaboración entre investigadores y médicos. Esperamos que nuestros hallazgos ayuden a determinar qué pacientes con cáncer de mama triple negativo deben recibir inmunoterapia y qué pacientes pueden beneficiarse de la adición de anti-NKG2A en los ensayos clínicos", declararon los dos autores principales.