Descubren cómo los tumores ‘preparan’ tu médula ósea para combatir la inmunoterapia

Archivo - Sistema inmunitario cáncer
Archivo - Sistema inmunitario cáncer - ENOT-POLOSKUN/ ISTOCK - Archivo
Infosalus
Publicado: jueves, 11 septiembre 2025 7:26

   MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí (Estados Unidos) y colaboradores informan en un nuevo estudio de que los tumores reconfiguran las células inmunitarias en la médula ósea incluso antes de que lleguen al cáncer, lo que sugiere una nueva diana para mejorar la durabilidad de la inmunoterapia actual. Los resultados se recogen en 'Nature'.

   Las inmunoterapias, que refuerzan las defensas del organismo contra el cáncer, han transformado la atención médica de muchos pacientes. Sin embargo, en tumores sólidos como el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPNM), su eficacia suele verse frenada por la afluencia de macrófagos protumorales, células inmunitarias que suprimen la respuesta anticancerígena del organismo. Hasta ahora, los científicos creían que estos macrófagos se volvían ineficaces solo tras alcanzar el tumor.

   El estudio revoluciona esa idea. Al mapear células individuales con herramientas genómicas unicelulares avanzadas, los científicos rastrearon las células progenitoras mieloides de la médula ósea (precursoras de los macrófagos) y descubrieron que las señales del tumor producen un primer impacto en estas células. Este impacto predispone a las células progenitoras de la médula ósea hacia una función procancerígena. Un segundo impacto dentro del tumor consolida su función procancerígena.

   "Este trabajo cambia la forma en que pensamos sobre el momento de la supresión inmunitaria en el cáncer", comenta el autor principal, Samarth Hegde, investigador postdoctoral en el laboratorio de Miriam Merad, presidenta de Inmunología e Inmunoterapia y directora del Instituto de Inmunología de Precisión Marc y Jennifer Lipschultz en la Facultad de Medicina Icahn en Mount Sinai.

   "Nuestros hallazgos muestran que algunas de estas células inmunitarias ya se están reprogramando en la médula ósea, mucho antes de que lleguen al tumor", destaca Hegde. "Si esperamos a que estén dentro del tumor para identificarlas y reconfigurarlas, podría ser demasiado tarde para revertir ese proceso. Necesitamos estrategias para intervenir mucho antes, mientras estas células aún se están desarrollando, para poder evitar que se conviertan en aliadas del cáncer".

   Un objetivo potencial, según informan los investigadores, es una proteína llamada NRF2, que ayuda a las células a afrontar el estrés. El equipo descubrió que las células progenitoras de la médula ósea, estimuladas por la inflamación tumoral, reconfiguran NRF2, un cambio que se activa por completo una vez que las células se convierten en macrófagos inmunosupresores que infiltran el tumor, tanto en pacientes como en ratones. Cuando los científicos bloquearon NRF2, ya sea modificando el gen o con fármacos experimentales, se formaron menos macrófagos inmunosupresores y el sistema inmunitario desarrolló un ataque más potente contra el cáncer en estudios preclínicos.

   "Nuestros hallazgos justifican con fuerza la combinación de inhibidores de NRF2 con las inmunoterapias actuales", agrega Miriam Merad. "Actualmente, muchos tratamientos se centran en lo que ocurre dentro del tumor, pero para entonces, estos macrófagos inmunosupresores ya están plenamente capacitados para combatir el cáncer. Si logramos actuar sobre estas células antes de que abandonen la médula ósea, podríamos interrumpir su suministro y favorecer la respuesta del sistema inmunitario".

   El equipo de investigación cree que su trabajo también podría conducir a pruebas basadas en sangre que detecten células inmunes "preprogramadas", lo que permitiría una intervención más temprana en pacientes con CPCNP y monitorear la remisión.

   A continuación, el equipo planea explorar si los mismos interruptores genéticos que impulsan la sobreproducción de ciertas células inmunitarias en el cáncer de pulmón podrían también estar presentes en otros tipos de cáncer y en afecciones inflamatorias como el envejecimiento, la obesidad y la aterosclerosis.

También buscan investigar si el crecimiento inusual de estas células inmunitarias fuera de la médula ósea, como se observa en algunos tipos de cáncer, está regulado por controles genéticos similares. Finalmente, analizarán con mayor detalle cómo vías moleculares clave, como la señalización de NRF2, influyen en el metabolismo de estas células inmunitarias para ayudar a los tumores a evadir las defensas del organismo.

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