MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Científicos pueden haber encontrado un nuevo tratamiento que ayude a las personas con lesiones en la médula espinal a caminar mejor, según publica en la edición digital de este miércoles la revista 'Neurology'. En concreto, la terapia se centra en exponer a los participantes a periodos cortos de respiración de bajos niveles de oxígeno, denominado hipoxia.
"Alrededor del 59 por ciento de todas las lesiones de la médula están incompletas, dejando vías que podrían permitir a la médula espinal cambiar de forma que permita a la gente caminar de nuevo. Desafortunadamente, por lo general, una persona afectada por este tipo de lesión en la médula rara vez recupera la capacidad de caminar normalmente", dijo uno de los autores del estudio, Randy D. Trumbower, de la Universidad de Emory, en Atlanta, en Georgia, Estados Unidos.
En la investigación, realizada por expertos de la Universidad de Emory, el Instituto de Tecnología de Georgia, el Centro Shepherd de Atlanta, el Instituto de Rehabilitación de Chicago y la Universidad de Wisconsin, participaron 19 personas con lesiones de la columna entre los niveles C2 y T12, sin acortamiento de articulación, algunos con control del movimiento de tobillo, rodilla y cadera y la capacidad de caminar por lo menos un paso sin ayuda humana.
A los participantes se les hizo respirar a través de una máscara durante unos 40 minutos al día durante cinco días, recibiendo periodos de 90 segundos de bajos niveles de oxígeno, seguidos de 60 segundos de los niveles normales de oxígeno. Se probó su velocidad al caminar y resistencia antes del estudio, en el primer y quinto día de tratamiento, y, de nuevo, una y dos semanas después de finalizar el tratamiento.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno con un tratamiento o una terapia simulada en el que recibieron sólo los niveles normales de oxígeno y, dos semanas más tarde, el otro tratamiento; y un segundo grupo, en el que los participantes siguieron el tratamiento o el simulado y, posteriormente, se les pidió que caminaran lo más rápido que podían durante 30 minutos en una hora de tratamiento y, dos semanas más tarde, realizaron la otra terapia.
Los que recibieron sólo el tratamiento de hipoxia aumentaron su velocidad al caminar en una prueba de diez metros, andando un promedio de 3,8 segundos más rápido que cuando no tuvieron esta terapia. Los que siguieron el tratamiento más andar elevaron su resistencia en una prueba sobre lo lejos que podían caminar durante seis minutos en un promedio de cien metros, lo que supone un incremento del 250 por ciento en comparación con los que tenían el tratamiento simulado y andar.
Todos los participantes mejoraron su capacidad de caminar. Más del 30 por ciento de todos los implicados aumentó su velocidad al andar por lo menos una décima parte de un metro por segundo y más de un 70 por ciento incrementaron su resistencia por lo menos 50 metros.
"Una de las preguntas que esta investigación saca a la luz es cómo un tratamiento que requiere que la gente tome bajos niveles de oxígeno puede ayudar a movimiento y, sobre todo, en aquellos con función pulmonar comprometida y habilidades motoras", apuntó Michael G. Fehlings, de la Universidad de Toronto, en Canadá, quien escribió un editorial sobre el estudio correspondiente.
A su juicio, una posible respuesta es que la serotonina espinal, un neurotransmisor, desencadena una cascada de cambios en las proteínas que ayudan a restaurar las conexiones de la columna vertebral. No obstante, Trumbower advierte que la hipoxia crónica o sostenida en manos inexpertas puede provocar lesiones graves y no debe aplicare fuera del ámbito de un tratamiento médico supervisado.