Descubren el 'superpoder' de los macrófagos: en células inmunitarias que ayudan a curar músculos rápidamente

Investigadores en Estados Unidos han encontrado que un tipo especial de macrófago actúa de forma sorprendentemente

Archivo - Joven deportista sosteniendo la rodilla, dolor por lesión muscular.
Archivo - Joven deportista sosteniendo la rodilla, dolor por lesión muscular. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / OCUSFOCUS - Archivo
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Publicado: martes, 25 noviembre 2025 8:00

MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

A nivel celular, los mecanismos de reparación del tejido muscular se vuelven complejos. Existen diferencias significativas entre, por ejemplo, un desgarro muscular en una lesión deportiva y la atrofia muscular causada por enfermedades como la distrofia muscular. Según este nuevo trabajo, el giro inesperado reside en el papel que desempeña un tipo de célula inmunitaria llamada macrófago.

    Estos glóbulos blancos son conocidos como camiones de basura microscópicos que engullen bacterias dañinas, células muertas y otros desechos indeseados.

MACRÓFAGOS CON SUPERPODERES

   Un hallazgo de un mecanismo común -e inesperado- podría ayudar a mejorar la curación en varios tipos de lesiones musculares, según un nuevo estudio dirigido por expertos del Hospital Infantil de Cincinnati (Estados Unidos).

   El revelador estudio se publica en 'Current Biology' y fue dirigido por el primer autor, Gyanesh Tripathi, y el autor correspondiente, Michael Jankowski, quien dirige la División de Investigación del Departamento de Anestesia del Hospital Infantil de Cincinnati y es director Asociado de Investigación en Ciencias Básicas del Centro de Investigación del Dolor Pediátrico.

   "La mayor sorpresa fue descubrir que un macrófago posee una propiedad similar a la de una sinapsis que transporta un ion a una fibra muscular para facilitar su reparación tras una lesión. Funciona literalmente como una neurona, y lo hace de forma extremadamente rápida, similar a una sinapsis, para regular la reparación", explica Jankowski.

   Los investigadores saben desde hace tiempo que los macrófagos participan en la respuesta a las lesiones musculares. Liberan diversas moléculas, entre ellas citocinas y quimiocinas, que facilitan la inflamación, afectan la sensación de dolor y promueven el crecimiento y la regeneración de las miofibras.

   Jankowski y sus colaboradores comenzaron buscando indicios que pudieran reducir el dolor durante la recuperación postoperatoria. Su esperanza era encontrar posibles alternativas a los analgésicos existentes, que pueden tener efectos secundarios importantes.

MÁS FIBRAS, MÁS FUERZA

   No hallaron la clave para reducir el dolor. En cambio, descubrieron un mecanismo que acelera la reparación muscular, lo que podría inspirar nuevos medicamentos para frenar la pérdida de masa muscular y ayudar a las personas lesionadas. El estudio también sugiere que los macrófagos podrían servir como otro tipo de vehículo de administración para terapias celulares, con el fin de tratar aún más afecciones. "Se trata de macrófagos infiltrantes, de un tipo muy específico. No son macrófagos que ya residan en el tejido. Estos llegan después de que se produce el daño", explica Jankowski.

   En una serie de experimentos con modelos de ratón de dos tipos distintos de lesiones, los investigadores observaron cómo interactuaban los macrófagos con las miofibras que forman el tejido muscular. De hecho, lograron captar momentos clave de la actividad en tiempo real.

   Mediante breves pulsos de una sustancia química diseñada para inducir la activación, el equipo observó cómo los macrófagos formaban contactos similares a sinapsis con las miofibras. Posteriormente, las células inmunitarias liberaron iones de calcio directamente en las miofibras, lo que aceleró el proceso de curación de la lesión aguda. En un plazo de 10 a 30 segundos, los investigadores detectaron pulsos de actividad eléctrica en los músculos afectados.

   "Esto ocurre de forma muy rápida. Se puede activar el macrófago y provocar una leve contracción muscular casi de inmediato", reflexiona Jankowski.

   Mientras tanto, los macrófagos conectados desencadenaron un proceso similar de regeneración celular que ayudó a ratones con daño muscular similar al de una enfermedad. Tras detectar el daño, las células inmunitarias acudieron a la zona afectada e indujeron oleadas de actividad de las fibras musculares. Después de 10 días, los ratones tratados mostraron un mayor número de fibras musculares nuevas en comparación con el grupo de control. "En ambos casos se observó una respuesta sináptica similar", señala Jankowski.

FUTURO PROMETEDOR

   Se necesitan más estudios para determinar si los macrófagos humanos se comportan de la misma manera después de una lesión muscular, y de ser así, se requeriría mucho trabajo para aprender a controlar el proceso de forma terapéutica.

   El equipo también desea profundizar en un resultado inexplicable del estudio: si bien los macrófagos infiltrantes aceleraron la cicatrización, su actividad no pareció reducir la intensidad del dolor agudo. Comprender mejor el por qué podría ayudar a explicar por qué aproximadamente el 20% de los niños que se someten a cirugía experimentan síntomas de dolor a largo plazo.

   De cara al futuro, los investigadores planean explorar más a fondo qué otras sustancias podría suministrar un macrófago a las células musculares.

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