MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Regional de Lausana, en Suiza, han asociado una región del cromosoma 16 a la tendencia a sufrir tanto obesidad mórbida como peso bajo, según informa en su último número la revista 'Nature'. En dicho estudio han participado científicos del grupo de investigación de Psiquiatría y Salud Mental del IDIBELL y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).
Los autores ya habían publicado en un trabajo anterior que la supresión de la región 16p11.2, del cromosoma 16, incrementa en 43 veces la probabilidad de padecer obesidad mórbida. En esta ocasión, los investigadores han comprobado que la duplicación de esta región provoca el efecto contrario: los portadores de esta alteración genética tienen más de ocho veces más probabilidad de sufrir bajo peso.
Los bebés que nacen con esta alteración genética tienen un peso significativamente más bajo de lo normal, problemas de crecimiento, un tamaño de la cabeza más reducido y una mayor probabilidad de sufrir trastornos neurocognitivos y psicológicos.
Otros estudios ya habían vinculado alteraciones en la misma posición del cromosoma 16 en varios desórdenes cognitivos, como el autismo (supresión de la región) y la esquizofrenia (duplicación).
En esta ocasión, la investigación ha incluido a más de 95.000 personas y ha contado con la colaboración de más de cien centros de investigación de todo el mundo, entre ellos cinco españoles: el Instituto de Investigación Biomédica de Girona, el Centro de Regulación Genómica, la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y el citado IDIBELL.
De los individuos estudiados, los investigadores identificaron 132 con la duplicación de la región 16p11.2, muchos de ellos con un índice de masa corporal bajo (inferior a 18,5 kg/m2) y con trastornos de la conducta alimentaria.
Las conclusiones del estudio son importantes porque relacionan situaciones extremas de peso (anorexia nerviosa y obesidad mórbida), que tradicionalmente se han tratado como trastornos diferentes.
De este modo, y como asegura el coordinador de la Unidad de Trastornos de la Alimentación del Hospital Universitario de Bellvitge, Fernando Fernández-Aranda, en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), el trabajo "podrá contribuir a detectar dianas terapéuticas y factores implicados en situaciones extremas de peso".
Desde el punto de vista clínico, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria están relacionados. Como explica el doctor Fernández Aranda, que ha participado en el estudio, "los dos trastornos tienen en común problemas con la dieta, impulsividad, baja autoestima y pérdida de control".
Por otra parte, "la obesidad está presente en el 24% de los pacientes con bulimia nerviosa y en el 90% de quienes sufren trastorno por atracón". En muchos casos, explica el investigador, "la obesidad es consecuencia u origen del trastorno alimentario". Fernández-Aranda también destaca que hasta la mitad de las personas que sufren un trastorno alimentario tienen antecedentes de obesidad en la familia.