MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Medir los niveles sanguíneos de la hormona recientemente descubierta irisina mejorar las tasas de diagnóstico de los adolescentes con síndrome de ovario poliquístico, según un estudio que se presenta en la 55 edición de la Reunión Anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica. Los hallazgos podrían reducir el número de tratamientos innecesarios prescritos para las niñas que, por lo demás, están sanas.
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino común que afecta hasta a un 12 por ciento de las mujeres. Las mujeres con SOP son más propensas a sufrir de períodos irregulares, tienen niveles excesivos de hormonas masculinas y pueden tener dificultades para concebir debido a irregularidades en los ovarios.
Los médicos son cautelosos en el diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico en adolescentes debido a que los síntomas pueden confundirse con los cambios normales de la pubertad. Tener herramientas que hagan diagnósticos más precisos puede reducir el tratamiento innecesario para los adolescentes sanos en una etapa crítica en sus vidas.
Se desconoce la causa del síndrome de ovario poliquístico y actualmente no hay cura para la enfermedad. Estudios previos han asociado niveles altos de irisina, una hormona recién descubierta que se libera de los músculos y regula el metabolismo energético, con SOP en adultos.
En este estudio, investigadores del Hospital de Niños Santa Sofía en Atenas, Grecia, compararon las hormonas de 23 adolescentes con SOP con 17 adolescentes sanas de la misma edad y el índice de masa corporal (IMC). Encontraron que los adolescentes con síndrome de ovario poliquístico tenían niveles significativamente más altos de irisina en comparación con el grupo control y que esto se asoció con niveles más altos de testosterona, la hormona sexual masculina, un marcador clave de SOP.
UN POSIBLE BIOMARCADOR DE LA PATOLOGÍA
Los resultados sugieren que irisina podría ser un marcador para el SOP, permitiendo que se diagnostique la patología con más facilidad. "Los adolescentes que reciben un diagnóstico temprano del síndrome de ovario poliquístico puede comenzar antes a tratarse los síntomas físicos y psicológicos causados por esta enfermedad de por vida", afirma la investigadora principal, la doctora Flora Bacopoulou.
"Bien a través del asesoramiento o la medicación, las niñas pueden manejar sus síntomas y disminuir el riesgo de complicaciones, como problemas de fertilidad, hirsutismo (crecimiento excesivo de pelo) y diabetes tipo 2", agrega esta experta.
Ahora, el equipo trabajará para confirmar sus resultados y estudiar la función biológica de irisina en el SOP. "Si se establecen altos niveles de irisina en adolescentes con síndrome de ovario poliquístico, esto podría conducir al desarrollo de tratamientos para el síndrome de ovario poliquístico", adelanta.
"Cambios en la dieta y diferentes señales relacionadas con el ejercicio que regulan la secreción de irisina podría proporcionar una potencial opción para el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico. El potencial de la irisina como una significativa diana terapéutica en pacientes con SOP es muy prometedor", sentencia Bacopoulou.