MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Universitario de Erlangen (Alemania) han descubierto, en un trabajo realizado en ratones y publicado en la revista 'Nature Metabolism', un nuevo sistema de vasos sanguíneos en los huesos.
Aunque los huesos son órganos muy duros, poseen una malla estrecha de vasos sanguíneos en su cavidad interna, donde se encuentra la médula ósea, así como en la superficie ósea, que está cubierta por el periostio altamente vascularizado.
Además, el mismo sistema de vasos sanguíneos también es esencial para transportar las células sanguíneas e inmunes desde su lugar de origen, la médula ósea, hacia el exterior.
"Como cualquier otro órgano, los huesos también necesitan un circuito circulatorio cerrado (CCL) para funcionar correctamente. Esto libera sangre fresca a través de las arterias hacia el hueso y transporta la sangre usada a través de las venas", han comentado los expertos.
Concretamente, en los huesos largos de los ratones, el equipo observó y caracterizó un nuevo tipo de capilar que, perpendicularmente al eje largo, atraviesa todo el hueso duro, el cual se denomina cortical. Los nuevos vasos sanguíneos se denominaron 'vasos trans-corticales' (TCV, por sus siglas en inglés) y el equipo encontró de cientos a más de 1,000 de ellos, por ejemplo, en una tibia de ratón.
Los vasos pueden ser de origen arterial o venoso y, sorprendentemente, los científicos alemanes pudieron demostrar que la mayoría de la sangre arterial y venosa en los huesos largos fluía a través del sistema TCV. Este descubrimiento ha sido posible gracias a una combinación única de corte enfoques de imagen de borde que se han establecido y perfeccionadas durante muchos años.
"Varios de esos métodos se han utilizado por primera vez para estudiar el flujo de sangre en los huesos. Esto se aplica, por ejemplo, a la llamada microscopía de lámina de luz y la imagen de resonancia magnética de campo ultra alto de 7 tesla", han dicho los expertos.
Usando estas técnicas, se podría demostrar que los TCV también existen en los huesos humanos, al menos en algunas partes de estas estructuras mucho más gruesas.