BARCELONA, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores liderado por el profesor del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) Cayetano González ha identificado una proteína esencial para la formación de cilios, estructuras celulares que, por su capacidad de detectar sustancias químicas y fuerzas mecánicas, permiten oler y oír, entre otras funciones.
El estudio, publicado en 'Current Biology' en colaboración con el grupo de Giuliano Callaini de la Universidad de Siena (Italia), aporta nuevos datos sobre el mecanismo de ensamblaje de los cilios, ha informado este viernes el IRB Barcelona.
Muchas de las células que componen el cuerpo humano tienen una pequeña estructura llamada cilio que funciona como una antena, transmitiendo a la célula información que recibe del entorno extracelular.
Las células ciliadas ejercen funciones esenciales como monitorizar el flujo de fluido en el riñón, detectar hormonas en el cerebro o los sentidos del oído y el olfato, del que dependen de neuronas especializadas que están equipadas con cilios que son sensibles a señales mecánicas o químicas.
¿QUÉ SON LOS CILIOS?
El cilio es una extensión estrecha y alargada de la membrana celular que contiene microtúbulos, y la organización de éstos presenta una simetría radial conservada a lo largo de la evolución, que está codificada por un pequeño orgánulo celular que se localiza en la base del clio, conocido como corpúsculo basal.
La mayoría de células animales contienen dos estructuras, los centriolos, con la apariencia de tales corpúsculos, pero sólo uno es capaz de funcionar como corpúsculo basal, y en células humanas siempre es el centrilo llamado madre por haberse formado antes que el otro, considerado el hijo.
PRUEBAS CON LA MOSCA DEL VINAGRE
En el estudio, con un modelo de experimentación animal con la mosca del vinagre, demuestra que en la 'drosophila melanogaster', como en los humanos, el centriolo madre es quien tiene reservada la capacidad de funcionar como corpúsculo basal y formar un cilio.
Los científicos han encontrado que la eliminación de 'centrobin' (CNB), una proteína que normalmente se encuentra exclusivamente en el centriolo hijo, permite que funcione como corpúsculo basal.
De esta forma, las neuronas sin CNB tienen dos cilios: el normal organizado por el centriolo madre y otro más organizado por el hijo que carece de CNB; de manera similar, los centriolos madre modificados genéticamente para acumular CNB son incapaces de funcionar como corpúsculos basales y las neuronas que los contienen no pueden ensamblar cilios.
La ausencia de cilios o aquellos que no funcionan correctamente son la causa de una larga lista de enfermedades conocidas como ciliopatías, entre las que se encuentran la obesidad, problemas respiratorios o disminución auditiva, entre otras.