Descubren un nuevo responsable inmunitario de la enfermedad de Alzheimer

Archivo - Resonancia magnética del cerebro.
Archivo - Resonancia magnética del cerebro. - ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 14 diciembre 2022 7:02

MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El líquido cefalorraquídeo, el sistema inmunitario del cerebro, se desregula a medida que envejecemos y desempeña un papel recién descubierto en el deterioro cognitivo en enfermedades como el Alzheimer, según ha descubierto un nuevo estudio publicado en la revista 'Cell'.

El cerebro no pesa porque flota en un depósito de líquido cefalorraquídeo (LCR), que fluye dentro y alrededor del cerebro y la médula espinal. Esta barrera líquida entre el cerebro y el cráneo lo protege de un golpe en la cabeza y lo baña en nutrientes. Pero el LCR tiene otra función fundamental, aunque menos conocida y es que también proporciona protección inmunitaria al cerebro. Sin embargo, esta función no se ha estudiado bien.

Un estudio de ka Northwestern Medicine, en Estados Unidos, sobre el LCR ha descubierto su papel en el deterioro cognitivo, como la enfermedad de Alzheimer. Este descubrimiento proporciona una nueva pista sobre el proceso de neurodegeneración, afirma el autor principal del estudio, David Gate, profesor adjunto de neurología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.

El estudio descubrió que, a medida que las personas envejecen, su sistema inmunitario en el LCR se desregula. En las personas con deterioro cognitivo, como las que padecen la enfermedad de Alzheimer, el sistema inmunitario del LCR es drásticamente distinto del de los individuos sanos, según descubrió también el estudio.

"Ahora tenemos una idea del sistema inmunitario del cerebro con el envejecimiento sano y la neurodegeneración --afirma Gate--. Este reservorio inmunitario podría utilizarse potencialmente para tratar la inflamación del cerebro o servir de diagnóstico para determinar el nivel de inflamación cerebral en individuos con demencia".

"Proporcionamos un análisis exhaustivo de este importante reservorio inmunológico del cerebro sano y enfermo", añade Gate. Su equipo está compartiendo los datos públicamente, y sus resultados pueden consultarse en línea.

Para analizar el LCR, el equipo de Gate en la Northwestern utilizó una sofisticada técnica llamada secuenciación de ARN unicelular. Para ello, tomaron muestras de LCR de la columna vertebral de los participantes y aislaron sus células inmunitarias.

La primera parte del estudio analizó el LCR de 45 personas sanas de entre 54 y 83 años. La segunda parte del estudio comparó los resultados del grupo sano con los del LCR de 14 adultos con deterioro cognitivo, determinado por sus malos resultados en pruebas de memoria.

El equipo de científicos de Gate observó cambios genéticos en las células inmunitarias del LCR de los individuos sanos de más edad que hacían que las células parecieran más activadas e inflamadas con la edad avanzada.

"Las células inmunitarias parecen estar un poco enfadadas en las personas mayores --indica Gate--. Creemos que este enfado podría hacer que estas células fueran menos funcionales, dando lugar a una desregulación del sistema inmunitario del cerebro".

En el grupo con deterioro cognitivo, las células T inflamadas se clonaron a sí mismas y fluyeron hacia el LCR y el cerebro como si siguieran una señal de radio, dijo Gate. Los científicos descubrieron que las células tenían una sobreabundancia de un receptor celular (CXCR6) que actúa como antena. Este receptor recibe una señal (CXCL16) de las células microglía del cerebro degenerado para entrar en él.

"Podría ser que el cerebro en degeneración active estas células y haga que se clonen y fluyan hacia el cerebro --afirma--. No pertenecen allí, y estamos intentando comprender si contribuyen al daño en el cerebro".

Gate subraya que su "objetivo futuro es bloquear esa señal de radio, o inhibir la antena para que no reciba esa señal del cerebro. Queremos saber qué ocurre cuando se impide que estas células inmunitarias entren en cerebros con neurodegeneración".

Su laboratorio seguirá explorando el papel de estas células inmunitarias en enfermedades cerebrales como el Alzheimer y también planean ampliarse a otras enfermedades, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

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