MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de ingenieros de la Universidad de Vanderbilt (EEUU)descubrió que algunas moléculas de gran alcance pueden hacer 'autostop' en una abundante proteína humana y señalar tumores para autodestruirse, lo que da la oportunidad a los investigadores a trabajar sobre los problemas de resistencia a los medicamentos, la toxicidad para los pacientes y una serie de otras barreras para lograr sistemáticamente la terapia génica exitosa contra el cáncer.
El profesor asociado de ingeniería biomédica, Craig Duvall, demostro la eficacia de un ácido ribonucleico especializado al que puso haciendo 'autostop' en la albúmina de la proteína humana contra las nanopartículas jetPEI, el portador sintético más utilizado para la tarea de silenciar genes tumorales.
Este descubrimiento, alcanzados en colaboración con Samantha Sarett y publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', es particularmente prometedor para los pacientes con cáncer de mama triple negativo, un tipo agresivo que representa alrededor del 15-20 por ciento de los casos.
Estas capacidad de movimiento se se encontró en el siRNA-L2, utilizando la albúmina como su portador y sin toxicidad dosis-limitante aparente, un problema significativo para nanopartículas sintéticas. Esto significa que una dosis más alta del fármaco contra el cáncer puede administrarse al tumor sin dañar potencialmente al paciente.
"Usamos la albúmina porque es la proteína más concentrada en la sangre", dijo Duvall. SiRNA-L2, se une a la bolsa de ácido graso de la albúmina, "si ponemos siRNA directamente en el cuerpo sin un portador, es eliminado por los riñones en dos minutos.Si cargamos siRNA en nanopartículas sintéticas para evitar que, Entonces el filamento las filtra el hígado. La albúmina circula en el cuerpo durante días, haciendo que las moléculas de siRNA-L2 estén más disponibles para su administración a tumores".
Debido a que las células cancerosas muestran mayor actividad metabólica, la albúmina que transporta siRNA-L2 viaja a tumores y se pone a trabajar rápidamente. El tamaño más pequeño de la molécula le permite penetrar en los tumores a una tasa mayor - con el 100 por ciento de las células tumorales que dieron positivo para siRNA-L2 en comparación con sólo el 60 por ciento cuando la molécula fue transportada por jetPEI. Una vez allí, la molécula de Duvall silencia un gen crucial para el crecimiento y la supervivencia del tumor.
Para asegurar que sus resultados fueran traducibles a terapia humana, el equipo - en colaboración con la bióloga de cáncer de la Universidad de Vanderbilt, Dana Brantley-Sieders - probó siRNA-L2 en tejido tumoral de mama humano extraído del donante. La molécula de Vanderbilt permaneció más eficaz, con siRNA-L2 estuvo hasta tres veces más presente en el tumor que siRNA con nanopartículas sintéticas.
Brantley-Sieders ha explicado que su investigación tiene el potencial de superar las mayores barreras a la aplicación clínica de los ácidos ribonucleicos silenciadores de genes. "Lo que me fascina y me excita más sobre este enfoque, además de mejorar la penetración del tumor, es la falta de toxicidad a una dosis relativamente alta", ha señalado.