MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Francis Crick, en colaboración con investigadores del Imperial College London, el Kings College London y la University College London (Reino Unido) han descubierto que una molécula natural puede bloquear eficazmente la unión de un subconjunto de anticuerpos humanos al SARS-CoV-2. El descubrimiento puede ayudar a explicar por qué algunos pacientes con COVID-19 pueden enfermar gravemente a pesar de tener altos niveles de anticuerpos contra el virus.
En su investigación, publicada en la revista científica 'Science Advances', los equipos evidenciaron que la biliverdina y la bilirrubina, moléculas naturales presentes en el organismo, pueden suprimir la unión de los anticuerpos a la espiga del coronavirus.
Utilizaron sueros sanguíneos y anticuerpos de personas previamente infectadas por el SARS-CoV-2 y descubrieron que la biliverdina podía suprimir la unión de los anticuerpos humanos a la espiga hasta en un 30-50 por ciento, y que algunos anticuerpos se volvían ineficaces para neutralizar el virus.
Este impacto tan significativo fue completamente inesperado, ya que la biliverdina sólo se une a una parte muy pequeña de la superficie del virus. Para averiguar el mecanismo de acción, el equipo utilizó la criomicroscopía electrónica y la cristalografía de rayos X para examinar en detalle las interacciones entre la espiga, los anticuerpos y la biliverdina.
Descubrieron que la biliverdina se une al dominio N-terminal de la espiga y la estabiliza, de modo que la espiga no puede abrirse y exponer partes de su estructura. Esto significa que algunos anticuerpos no pueden acceder a sus lugares de destino y, por tanto, no pueden unirse al virus y neutralizarlo.
"Cuando el SARS-CoV-2 infecta los pulmones de un paciente, daña los vasos sanguíneos y provoca un aumento del número de células inmunitarias. Ambos efectos pueden contribuir a aumentar los niveles de biliverdina y bilirrubina en los tejidos circundantes. Y con más de estas moléculas disponibles, el virus tiene más oportunidades de esconderse de ciertos anticuerpos. Se trata de un proceso realmente sorprendente, ya que el virus puede estar beneficiándose de un efecto secundario del daño que ya ha causado", detalla una de las líderes de la investigación, Annachiara Rosa.