MADRID 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de IQS de la Universitat Ramón Llull en Barcelona, y de la Universidad de Harvard en EEUU, desarrollan conjuntamente un fármaco activable por luz capaz de eliminar y controlar infecciones causadas por bacterias.
Según informan desde el organización catalana, los investigadores han demostrado la eficacia de la terapia fotodinámica para tratar quemaduras infectadas con la bacteria 'Acinetobacter baumanni' que, dada su capacidad para volverse resistente a los antibióticos, constituye una de las principales causas de muerte en pacientes con quemaduras graves.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista 'Lasers in Surgery and Medicine', han validado la efectividad de la terapia fotodinámica como alternativa a los antibióticos.
El proyecto, que tuvo su origen en el Grup d'Enginyeria Molecular de IQS y en la línea antimicrobiana de terapia fotodinámica que iniciaron hace cuatro años, ha sido financiado por la National Institutes of Health de los EEUU, el Fondo Social Europeo, el Ministerio Español de Ciencia y Tecnología y la Generalitat de Catalunya.
"El resultado más valioso de nuestro estudio es la demostración de que puede utilizarse para controlar eficazmente la población de microorganismos patógenos en modelos animales", explica el doctor Santi Nonell, responsable del proyecto en IQS, para quien estos resultados abren la puerta al desarrollo de la terapia fotodinámica para aplicaciones antibacterianas.
Por el momento, los ensayos se han realizado con éxito en ratones con quemaduras de tercer grado infectadas con una variedad multiresistente de 'Acinetobacter baumannii'. Así, se ha comprobado que, además de limpiar la infección, esta se mantiene controlada y no vuelve a aparecer después del tratamiento.
El siguiente paso será "el desarrollo de fármacos con mejores perfiles de efectividad y selectividad que los derivados del azul de metileno", afirma Nonell.
El procedimiento consiste en aplicar un fármaco fotosensibilizante sobre la herida. Una vez esta molécula se ha anclado en la pared celular de la Acinetobacter, se ilumina con luz roja, generándose oxígeno activo que destruye a la bacteria. El mecanismo de acción de la terapia fotodinámica es tan inespecífico que se la considera muy poco susceptible de generar resistencias.