MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del grupo de Transformación y Metástasis del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) de Barcelona han demostrado que la sobreexpresión de la vía de señalización RANK interfiere en la diferenciación de las células que forman las glándulas mamarias, lo que produce una acumulación de células no diferenciadas que conduce finalmente al desarrollo de tumores.
En estudios anteriores, el laboratorio dirigido por la investigadora Eva González-Suárez, autora de este trabajo publicado en 'Stem Cells', ya había demostrado que la sobreactivación de la vía de señalización RANK promueve el inicio, progresión y metástasis de los tumores en las células epiteliales de mama.
En esta ocasión han estudiado de forma exhaustiva el papel de RANK en la diferenciación de las células mamarias a partir de un modelo animal de ratón transgénico que tiene sobreactivada esta vía.
En un ratón no transgénico, con niveles de RANK normales, las células de los ductos (los conductos por donde circula la leche en las glándulas mamarias) están diferenciadas en dos linajes: las células luminales que están orientadas a la luz del conducto y las células basales que las recubren.
"Las dos poblaciones celulares están perfectamente separadas y ordenadas", ha explicado González-Suárez, mientras que en los animales modificados genéticamente con altos niveles de expresión de RANK se observan diversas anomalías que afectan la morfología. "Los ductos están desorganizados, no se forman capas continuas de células y éstas no están orientadas como deberían", ha apuntado.
Utilizando diversas técnicas los investigadores han demostrado que los ratones que tienen sobreactivada la vía RANK acumulan células madre mamarias que no se han diferenciado y también células con características basales y luminales, es decir, células progenitoras intermedias que tampoco han llevado a cabo el proceso de diferenciación. "Esta acumulación", ha explicado González-Suárez, "conduce al desarrollo de tumores heterogéneos".
El estudio también demuestra que en los ratones no modificados cuando envejecen y después de muchas gestaciones, aumentan de forma natural los niveles de RANK, lo que podría explicar que con la edad se incremente el riesgo de padecer cáncer de mama.