MADRID 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Barcelona han descrito un mecanismo genético clave para comprender el control del tamaño de los órganos de la mosca de la fruta, la 'Drosophila melanogaster', que puede abrir nuevas vías de estudio para comprender el desarrollo de procesos tumorales.
El trabajo, que aparece publicado en la revista 'EMBO Reports', muestra que la colaboración entre el factor de transcripción 'Cabut' y la proteína 'Yorkie' (YAP/TAZ en humanos) es necesaria para la regeneración y el crecimiento de los tejidos y órganos. La segunda está relacionada con varios tipos de cáncer por lo que bloquear su unión podría ser potencial diana terapéutica.
'Cabut' es un tipo de proteína pegada, directa o indirectamente, al ADN que participa en la transmisión de la información genética regulando la expresión de los genes, y está relacionado con la regulación del crecimiento y la proliferación celular.
Sin embargo, según ha explicado Marina Ruiz Romero, investigadora en el departamento de Genética de la Universidad de Barcelona y el Instituto de Biomedicina de la UB, hasta ahora no se conocían ni los genes que regulaba ni su mecanismo de acción.
Para averiguar el mecanismo de funcionamiento, los científicos usaron una técnica de secuenciación de alto rendimiento llamada 'Chip-seq', con la que determinaron los lugares del genoma donde se encuentra el factor de transcripción 'Cabut'. Y posteriormente, comparó los resultados con diferentes bases de datos hasta que encontraron otra proteína que aparecía en los mismos lugares del genoma, 'Yorkie'.
El paso siguiente fue comprobar experimentalmente que las dos proteínas se encontraban juntas y dependían la una de la otra para controlar el crecimiento. "Con diferentes experimentos genéticos analizamos qué pasaba si se sacaba una de las dos proteínas y concluimos que se necesitan la una a la otra para promover y regular el crecimiento", ha reconocido.
Esta investigación abre nuevas vías de estudio para comprender el desarrollo de los procesos tumorales. De hecho, la proteína equivalente a 'Yorkie' en humanos (YAP/TAZ) funciona como coactivador transcripcional en procesos de crecimiento, y cuando está alterada se relaciona con crecimiento descontrolado y cáncer.
CLAVE EN FÁRMACOS QUE HASTA AHORA NO HAN TENIDO ÉXITO
Los fármacos sobre esta vía (de señalización Hippo) no han tenido mucho éxito, y por ello sería más prometedora una actuación a través de los factores con los que interactúa. "Los estudios con células humanas son mucho más complicados porque hay más copias de cada gen, pero el objetivo sería impedir la unión de 'Yorkie' con otros factores para bloquear su actividad. Después de nuestros resultados, pensamos que 'Cabut' podría ser un diana potencial", destaca la investigadora.
La investigación futura de los investigadores de la UB continuará profundizando en los mecanismos de la regeneración de tejidos ya que el cáncer y la regeneración tienen muchos puntos en común. No obstante, ha explicado, en un caso se trata de una proliferación controlada y en el otro de una proliferación descontrolada que provoca el proceso tumoral.
"La idea es ver cómo funciona 'Yorkie' en estos dos contextos para conocer mejor los mecanismos de los tumores", de ahí que en los próximos estudios seguirán utilizando esta mosca como organismo modelo para identificar nuevos genes implicados en estos procesos.