MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
La decisión de una persona de seguir o retirarse en un juego de cartas puede estar influenciada por una sustancia química en el cerebro, según sugiere una nueva investigación de la Universidad de la Columbia Británica (UBC), en Vancouver, Canadá.
El ascenso y la caída de la dopamina juega un papel clave en las decisiones que involucran el riesgo y la recompensa, tanto de un jugador de béisbol tratando de alcanzar una base como una compra o venta de un agente de bolsa.
"Nuestros cerebros están en constante actualización conforme calculamos el riesgo y la recompensa en base a experiencias anteriores, manteniendo una puntuación interna de victorias y derrotas", explica uno de los autores del trabajo, Stan Floresco, profesor en el Departamento de Psicología de la UBC. "La dopamina parece desempeñar un papel importante en estos procesos que influyen en nuestras decisiones cotidianas", añade.
El estudio refleja cómo las ratas eligen entre recompensas seguras y de riesgo de forma similar a las situaciones a las que se enfrentan los inversores en Wall Street. Cuando presionaban una palanca, los investigadores daban a los roedores una pequeña pero garantizada recompensa, mientras que la otra palanca podía aportar un gran premio o nada, similar a una decisión de alto riesgo.
Los científicos de este trabajo, cuyos resultados se publican en 'Neuron', alteraron el proceso de toma de decisiones de las ratas apagando o encendiendo las señales de dopamina en el cerebro. Cuando las ratas jugaron de forma arriesgada y perdieron, los investigadores encendieron las señales de la dopamina cuando normalmente hubieran disminuido.
Posteriormente, las ratas tomaron las decisiones más arriesgadas, de forma que cuando los animales jugaron de forma arriesgada y ganaron, los científicos apagaron las señales de dopamina. Aquí, las ratas empezaron a jugar de manera más conservadora.
"Bloquear temporalmente estas señales químicas demuestra lo importante que son en la alteración de nuestras decisiones, aunque sea en contra de nuestro mejor juicio", sugiere Floresco. Los niveles de dopamina anormales están relacionados con varios trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia, la depresión y la adicción a las drogas.
Los tratamientos actuales para estos trastornos implican fármacos que aumentan o disminuyen los niveles de dopamina, pero no inmediatamente después de una decisión de toma de riesgo y recompensa, como experimentaron las ratas. Por lo tanto, la potencial aplicación clínica de los métodos utilizados en el estudio no está clara.
"El momento de la estimulación es importante -señala Floresco--. Al entender cómo funcionan estas señales para influir en nuestro comportamiento, estos resultados pueden dar una idea de qué sucede cuando estas señales van mal, como puede ocurrir en numerosos trastornos psiquiátricos".