BARCELONA 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio en ratones coliderado por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y el Douglas Mental Health Institute canadiense ha revelado que un gen puede ser un objetivo potencial para desarrollar fármacos para tratar el alcoholismo.
El alcohol actúa por mecanismos complejos y su consumo crónico produce alteraciones en la expresión de diversos genes en las áreas del cerebro responsables del sistema de recompensa, las emociones y la toma de decisiones, ha informado este lunes la UPF en un comunicado.
El gen Gpr88 codifica para un receptor ligado a proteínas G que justamente se expresa de manera predominante en estas áreas del cerebro, y ha sido el objetivo del estudio publicado en la revista 'Biological Psychiatry'.
Los investigadores usaron ratones knock-out para el gen Gpr88 a los que se ha inactivado este gen mediante ingeniería genética para así comprender su función.
Observaron que estos ratones presentan un aumento del consumo de alcohol voluntario y de su búsqueda, tanto cuando se utilizaron concentraciones moderadas como elevadas de alcohol, y para confirmar que ese comportamiento solo era con alcohol comprobaron que no presentaban cambios en lo referente a la búsqueda y consumo de comidas apetitosas.
MENOR CAPACIDAD PARA AUMENTAR DOPAMINA
El jefe del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF, Rafael Maldonado, ha señalado que los ratones knock-out para el gen Gpr88 presentan una menor capacidad del alcohol para aumentar dopamina en este circuito de recompensa, y es por ello que tendrían que consumir una mayor cantidad de alcohol para conseguir unos efectos similares a los de los animales control.
Los investigadores analizaron los patrones de actividad en diferentes regiones del cerebro de los ratones en reposo mediante resonancia magnética funcional, y observaron en los ratones knock-out alteraciones significativas en el sistema mesocorticolimbico, muy similares a los que observan en personas que presentan un alto riesgo de sufrir alcoholismo.
"El gen Gpr88 podría ser una diana terapéutica de alto interés para desarrollar nuevos fármacos para el tratamiento de la adicción al alcohol", ha remarcado Maldonado, ya que los tratamientos disponibles poseen una eficacia limitada.