Descubren cómo evitar que el parásito de la lishmaniasis se haga cada vez más resistente al tratamiento

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Actualizado: miércoles, 20 junio 2012 12:12

MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET) han descubierto cómo evitar que el parásito de la leishmaniasis se haga cada vez más resistente al tratamiento. Este hallazgo ha sido publicado en la revista 'Journal of Controlled Release'.

En concreto, los investigadores de la RICET se propusieron combatir la resistencia que ofrece el parásito de la miltefosina al tratamiento de uso más habitual actualmente. La entrada de un fármaco en una célula se puede realizar atravesando la membrana de la célula, si es suficientemente permeable como para dejarse ser traspasada.

También, utilizando un transportador que está situado en la membrana de la célula y transporta el medicamento desde fuera hasta el interior de la célula. Por lo general, la miltefosina no puede traspasar por sí misma la membrana y necesita del transportador.

Por eso, precisamente, el mecanismo que el parásito de la Leishmaniasis había desarrollado para hacerse resistente, consistía en mutar ese transportador, convirtiéndolo en afuncional e impidiendo por tanto que la miltefosina fuera transportada al interior de la célula para combatir al parásito causante de la enfermedad.

Los investigadores han conseguido que la miltefosina pueda atravesar la membrana de la célula sin necesidad de utilizar el transportador que tenía inutilizado el parásito. Para ello, los investigadores de la RICET han unido la miltefosina a un Tat, un fragmento de la proteína del mismo nombre del virus VIH, capaz de atravesar la membrana de la célula interaccionando con los lípidos que forman esa membrana.

De esta forma, el complejo miltefosina-Tat puede atravesar la membrana sin necesitar del transportador, una vez dentro de la célula se separan y la miltefosina actúa contra el parásito causante de la enfermedad.

Para realizar la unión miltefosina-Tat existe el procedimiento de liberar la miltefosina dentro de la célula y el de obligar que la miltefosina-Tat permanezcan unidos. Pero este segundo se mostró un 20 por ciento menos activo que la anterior, motivo por el cual los científicos se decantaron por el primero de los procedimientos.

Los investigadores de la RICET han querido comprobar finalmente si esta estrategia es válida igualmente para otros parásitos que también alteran los transportadores para hacerse resistentes a los tratamientos. Lo han ensayado en tripanosomas africanos, causantes entre otras de la enfermedad del sueño, muy resistentes a la miltefosina pero que eran eliminados cuando está unida al fármaco.

Entre las aplicaciones prácticas futuras de este descubrimiento destacan la posibilidad de combatir la resistencia de otros parásitos a otros fármacos, facilitar que determinados medicamentos alcancen zonas más profundas de los tejidos para ejercer su acción.

También se podrán desarrollar vacunas más eficaces y dirigir fármacos hacia sitios más concretos de la célula donde su acción mejore la efectividad del tratamiento.

La leishmaniasis es una de las enfermedades considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como olvidada, con 2 millones de personas afectadas cada año entre 90 países. En España, su incidencia es de unos 150 casos anuales que cursan con hospitalización, aunque la tasa de infección subclínica se sospecha supera ampliamente esas cifras.