MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido) han publicado un trabajo en la revista 'eLife' en el que se desvela que hay diferentes áreas del cerebro relacionadas con el consumo de tabaco y alcohol, lo que podría explicar algunos comportamientos abusivos de estas sustancias.
En concreto, los expertos han descubierto que la baja conectividad funcional de la corteza orbitofrontal lateral, que se relaciona con la tendencia a fumar, se asocia con un aumento de la impulsividad; y que la alta conectividad de la corteza orbitofrontal medial, relacionada con la recompensa en los bebedores, puede aumentar la tendencia a sentirse atraído por la recompensa del consumo de alcohol.
De hecho, los expertos encontraron que los fumadores tenían una baja conectividad funcional en general, y especialmente en la corteza orbitofrontal lateral, una región del cerebro asociada con el comportamiento impulsivo. Esto sugiere que las personas que fuman pueden hacerlo para aumentar su conectividad cerebral general con el efecto estimulante de la nicotina y que, además, ser impulsivo puede ser un factor que lleve a fumar.
Del mismo modo, comprobaron que los bebedores de alcohol tenían una conectividad cerebral general alta, especialmente en la corteza orbitofrontal medial, una región implicada en la recompensa. De esta forma, se sugiere que la alta conectividad de esta región cerebral relacionada con la recompensa puede ser un factor para atraer a algunas personas al alcohol.
"El alcance de estos cambios de conectividad funcional en los cerebros de los bebedores y fumadores se correlaciona con la cantidad de alcohol y nicotina que se consume. Incluso, fueron detectables en personas que fumaban solo unos pocos cigarrillos o que bebían una unidad de alcohol todos los días", han dicho los expertos.