También puede servir para tratar la ELA y el Parkinson, según investigadores de la UAB y de Estados Unidos
CERDANYOLA DEL VALLS (BARCELONA), 9 (EUROPA PRESS)
Un grupo de investigadores coliderados por Yousef Tizabi, de la Howard University College of Medicine (Estados Unidos) y José Aguilera, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y del Instituto de Neurociencias de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), han descubierto una neurotoxina como posible tratamiento de la depresión y enfermedades neurodegenerativas.
El trabajo ha observado cómo un derivado no tóxico de la neurotoxina tetánica (Hc-TeTx), la que genera el tétanos, mejora los síntomas de la depresión, tal y como se desprende del análisis en una rata, ha informado la UAB este viernes en un comunicado.
Aguilera ha detallado que "una única dosis intramuscular de Hc-TeTx hace desaparecer los síntomas de la depresión en menos de 24 horas".
Además, asegurado que sus efectos se mantienen durante dos semanas, gracias a que inhibe el transporte de serotonina en el sistema nervioso central, uniéndose a los receptores de las neurotrofinas, unas proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas.
Los investigadores han subrayado que los resultados de la introducción de esta neurotoxina como nuevo fármaco pueden servir para tratamientos de enfermedades como el Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y la dosificación quincenal o mensual permitiría que fuera controlada por profesionales de la sanidad.
La administración de esta neurotoxina en los procesos neurodegenerativos, además de frenar el desarrollo de la patología, también serviría para eliminar la depresión asociada a estos procesos.
Los responsables del estudio han patentado el uso terapéutico de la HC-TeTx y Aguilera ha remarcado que se trata de "un avance de gran importancia, y mucho más ahora que, a la alta incidencia de la depresión y alteraciones en el comportamiento, se deben sumar aquellas modificaciones mentales derivadas del Covid-19".
El trabajo, que se ha publicado en al revista 'Molecules', ha contado con la colaboración del grupo de Thomas Scior, de la Benemérita Universidad Autnoma de Puebla (México).