Descubren que las células de la retina pueden no morir en algunas enfermedades, sino que se transportan a otros lugares

Archivo - Ojo, retina
Archivo - Ojo, retina - ALEXANDERFORD/ISTOCK - Archivo
Actualizado: viernes, 2 diciembre 2022 15:32

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las células visuales en la retina humana pueden no morir simplemente en algunas enfermedades, sino que son transportadas mecánicamente fuera de la retina de antemano, según han descubierto un equipo de científicos del Deutsches Zentrum für Neurodegenerative Erkrankungen (DZNE) y el Centro de Terapias Regenerativas de Dresden (CRTD) en TU Dresden y que ha sido publicado en la revista 'Nature Communications'.

Los investigadores hicieron uso de una técnica que habían desarrollado previamente: trabajaron con los llamados organoides retinianos, un modelo tridimensional similar a un órgano de la retina humana cultivado a partir de células madre humanas en el laboratorio.

Estos organoides aportan algunas características de la mácula humana, de forma que han permitido al equipo de expertos comprobar que dos sustancias previamente descritas en varias enfermedades neurodegenerativas, las proteínas HBEGF y TNF, son suficientes para desencadenar la degeneración en el organoide retiniano.

Durante este proceso, los investigadores filmaron los organoides en tiempo real mediante las llamadas imágenes en vivo, consideradas como el estándar de oro para el seguimiento celular. "Pudimos capturar la degeneración de los fotorreceptores a través de la extrusión de células en el laboratorio. Los científicos descubrieron que esta extrusión se desencadena por la activación de la proteína PIEZO1, un sensor de fuerzas biomecánicas", han detallado los expertos.

Gracias a los organoides, han observado que si bien los fotorreceptores tardan varios años, o incluso décadas, en desaparecer en los pacientes, tal proceso ahora podría reproducirse en el laboratorio en sólo 40 días. En el próximo paso, los investigadores quieren averiguar si este mecanismo ocurre en pacientes humanos de la misma manera que en los organoides, si bien los hallazgos iniciales sugieren que este podría ser el mismo mecanismo.