PAMPLONA 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de Clínica Universidad de Navarra y Cima ha demostrado que el bloqueo de una proteína (Id1) consigue frenar el cáncer de pulmón en pacientes con la mutación del gen KRAS, quienes suponen el 30% de todos los pacientes con este tumor.
El estudio, publicado en la revista Cancer Research, "supone una esperanza en el tratamiento de este subtipo de cáncer de pulmón, que es habitualmente más agresivo y responde peor a los tratamientos, ya que impulsa la búsqueda de nuevas terapias farmacológicas para estos pacientes", ha informado la Clínica en una nota.
"KRAS es el oncogen que con más frecuencia causa la aparición de diversos tipos de tumores, como el de pulmón, y frente al cual, sin embargo, no disponemos en la actualidad de un tratamiento personalizado. De ahí, la enorme relevancia de investigar opciones terapéuticas dirigidas contra esta mutación que hasta ahora se ha mostrado huérfana de opciones terapéuticas dentro del campo de la medicina de precisión", reconoce el doctor Ignacio Gil Bazo, codirector del Departamento de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra y uno de los investigadores principales de este estudio.
En esa búsqueda de tratamientos, los investigadores de la Clínica y el Cima han descubierto que dirigiéndose a los factores mediante los cuales la mutación KRAS ejerce su acción protumoral pueden frenar la progresión del tumor y la posibilidad de metástasis. Para ello, es necesario inhibir Id1, un gen que este equipo ya había demostrado "que confiere una serie de propiedades ventajosas para el desarrollo del tumor, para su crecimiento y, además, favorece la angiogénesis (crecimiento vascular) tumoral y las metástasis".
Al bloquear la acción de esta proteína, el tumor no puede progresar, pese a que la mutación KRAS no desaparece. "Las estrategias que actúan directamente sobre KRAS no han logrado llegar al paciente, bien por ineficaces, bien por su elevada toxicidad, por eso es relevante esta nueva estrategia que actúa sobre los factores que posibilitan su actuación. Si impedimos que actúe KRAS, aunque siga ahí, no desarrolla su capacidad protumoral", añade el doctor Silvestre Vicent, investigador del Programa de Tumores Sólidos del Cima y que también ha co-liderado este estudio.
UNA LARGA INVESTIGACIÓN
Este nuevo artículo científico aúna dos investigaciones que se han ido desarrollando en paralelo, una en la Clínica y otra en el Cima. Por un lado, la línea liderada por el doctor Silvestre Vicent se ha centrado en los tumores de pulmón derivados del oncogen KRAS y en cómo actúa sobre el tumor. Mientras que el segundo estudio, liderado por el doctor Gil Bazo, ha investigado el gen Id1 y su repercusión en el crecimiento tumoral y la aparición de metástasis.
"Al poner en común los trabajos preliminares de ambos grupos, vimos que probablemente había una interacción entre los factores estudiados en cada laboratorio que abría la oportunidad para desarrollar una investigación conjunta y así desentrañar la implicación de Id1 en todas esas propiedades oncogénicas perjudiciales que genera KRAS en pacientes con adenocarcinoma de pulmón. Y eso es lo que hemos demostrado en este artículo", reconoce la doctora Marta Román, primera autora del trabajo y que desarrolla su tesis doctoral en este campo en el laboratorio de Gil Bazo.
Hasta entonces, el grupo del doctor Vicent había demostrado la existencia de una serie de factores que confieren a los pacientes con mutaciones de KRAS en su tumor un peor pronóstico y una pobre respuesta a los tratamientos. En ellos confluían el gen mutado KRAS y el gen FOSL1. Con este nuevo estudio han demostrado que el nexo de unión entre ambos es el gen Id1. "Hemos visto que cuando somos capaces de bloquear la acción de Id1, tanto en la célula tumoral como en el microambiente tumoral donde esa célula se implanta, se logra un freno del crecimiento del tumor e, incluso, se impide su aparición", apunta la doctora Román.
"El cáncer de pulmón es el tumor del que más pacientes se diagnostican y más pacientes mueren anualmente. Este estudio supone un cambio de paradigma que nos permite seguir avanzando e investigar en el diseño farmacológico de inhibidores frente a este tumor", concluyen los doctores Vicent y Gil Bazo.