MADRID 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Universidad de Sevilla (US), en colaboración con la Medical University of Vienna (Austria) y la University of Mississippi Medical Center (Estados Unidos), han establecido el papel funcional que ciertas fibras nerviosas cumplen en los músculos que el ser humano usa para mover los ojos.
El trabajo se ha publicado en el 'Journal of Neuroscience' y según explica el catedrático de Fisiología de la US y responsable del estudio, Ángel Pastor, se trata del extremo final de fibras nerviosas que forman una especie de capuchón que recubre ciertas fibras musculares, cuyo entramado se conoce con el nombre de terminales "en empalizada".
Desde hace bastantes años se postuló que estas estructuras presentes en los músculos extraoculares serían sensoriales, es decir, transmitirían al cerebro información no visual sobre el movimiento del ojo, y desde entonces no ha habido dudas al respecto de su función.
Sin embargo, dos recientes estudios realizados por estos investigadores, usando primates y gatos como animales de estudio, apuntan que dichas estructuras tienen función motora, es decir, se usarían en todo caso para que el ojo se mueva.
La complejidad hallada es algo mayor puesto que, según ha destacado a SINC, se ha demostrado que "los terminales en empalizada proceden a su vez de axones de motoneuronas que dan lugar a otros contactos con el músculo y que resultan peculiares puesto que son, a su vez, exclusivos de los músculos extraoculares".
En lugar de producir un contacto único y de gran tamaño que corresponde a la típica unión neuromuscular presente en todos los músculos esqueléticos, la investigación pone de manifiesto que estos axones producen múltiples y pequeños contactos sobre una fibra motora, lo que permite graduar la fuerza de manera más fina en lugar de dar un único tirón brusco al globo ocular.
"Pensamos que dichas estructuras, dado que son motoras y producen una delicada graduación en la fuerza que generan, podrían contribuir al correcto alineamiento fino de la mirada necesario para la visión estereoscópica, es decir, en 3D", asevera.
Según los autores, su mal funcionamiento podría ser una posible fuente de estrabismo u otros trastornos motores de la mirada, por lo que son estructuras susceptibles de ensayos farmacológicos que permitan aliviar estos problemas.