MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Wisconsin en Madison (Estados Unidos) han reconstruido el genoma de dos bacterias que podrían resultar letales a partir de los restos óseos de una mujer encontrados cerca de Troya (Turquía) hace 800 años, durante la época del Imperio Bizantino, según detallan en la revista 'eLife'.
La mujer, de unos 30 años, formaba parte de una comunidad de agricultores y sus restos fueron hallados por arqueólogos de la Universidad de Tubingen (Alemania). Al limpiarlos, detectaron la presencia de dos nódulos calcificados del tamaño de una fresa a la altura de la parte baja del pecho, justo debajo de las costillas.
Inicialmente se pensó que podían ser restos de una tuberculosis ya que esta enfermedad pulmonar se caracteriza a veces por el crecimiento de nódulos calcificados en los pulmones. Sin embargo, un primer análisis del ADN permitió descartar ésta u otra de las opciones que se habían barajado, que fueran piedras en el riñón.
Al analizar con más minuciosidad los nódulos, los investigadores descubrieron microfósiles extraordinariamente bien conservados, una especie de "células fantasma" mineralizadas que se parecían mucho a las bacterias de la familia 'Staphylococcus', entre las que destaca el 'S. aureus'.
Y "sorprendentemente" vieron que había suficiente ADN para reconstruir por completo los genomas de dos especies de bacterias, la 'Staphylococcus saprophyticus' y la 'Gardnerella vaginalis', que infectaron a la mujer y probablemente causaron su muerte, según Hendrik Poinar, investigador de la Universidad McMaster que ha colaborado en este trabajo.
El hallazgo ofrece un retrato molecular de las infecciones causadas por ambas bacterias y también muestra una visión de algunos de los problemas de salud frecuentes durante la última etapa del Imperio Bizantino, alrededor del siglo XIII, así como la evolución del 'Staphylococcus saprophyticus'.
Y es que, según han observado, la mujer estaba embarazada y falleció a causa de una corioamnionitis, una infección de la placenta, el líquido amniótico y las membranas que rodean al feto, como constataron tras identificar ADN cromosómico que quizá pertenecían a un feto masculino. Esto explicaría porque muchas mujeres fallecían en esa región durante el embarazo o el momento del parto. "No se había constatado en ningún lugar restos fósiles de un caso de sepsis materna", según Poinar.
Asimismo, los análisis del patrón genético de la bacteria 'Staphylococcus saprophyticus' se suman a una lista bastante corta de bacterias antiguas de las que se conserva su ADN, entre las que se encuentran las causantes del cólera, tuberculosis o la lepra.