MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los anquilostomas infectan a cerca de 700 millones de personas en el mundo, principalmente en países donde el saneamiento es deficiente y la gente a menudo camina descalza. Los investigadores de la Universidad de Monash han descubierto una forma clave en que los anquilostomas evaden el sistema inmune, proporcionando una nueva esperanza en la búsqueda de una vacuna, según publican en la revista 'Cell Host and Microbe'.
El sistema inmunitario del cuerpo es fundamental para atacar al anquilostoma, ya que las personas generalmente permanecen infectados durante toda su vida, lo que a menudo puede provocar la muerte o complicaciones derivadas de la anemia.
Los investigadores, dirigidos por la profesora Nicola Harris, de la Escuela Clínica Central de la Universidad de Monash, pueden haber descubierto por qué las personas no pueden acabar con los anquilostomas.
La investigación muestra que un tipo de célula inmune en la sangre, llamada neutrófilos, puede matar anquilostomas al liberar trampas extracelulares (NET) de neutrófilos formadas por ADN recubierto de toxina.
Sin embargo, el anquilostoma ha desarrollado una forma de detectar lo que está haciendo el neutrófilo, liberando una enzima que degrada el esqueleto de ADN de la trampa, permitiendo que el anquilostoma permanezca y continúe infectando a su huésped.
La profesora Harris y sus colegas sugieren que los NETS creados por los neutrófilos podrían matar al gusano al proporcionar a las personas que viven en áreas propensas a los gusanos de anguila al aumentar la inmunidad que tanto necesitan. Considera que el descubrimiento podría formar la base de una vacuna para lograr este objetivo.
"Actualmente no existen vacunas protectoras, y su desarrollo exitoso requiere una mejor comprensión tanto de la respuesta inmune del cuerpo como de la biología de estas plagas similares a los gusanos conocidos como nematodos", explica.
"Hemos descubierto que los anquilostomas han desarrollado un mecanismo de evasión no reconocido previamente para degradar la respuesta del sistema inmune, infectando así a sus huéspedes de manera persistente --continúa--. Ahora podemos ver nuevos enfoques de vacunación que se dirigen a la enzima secretada por el parásito del anquilostoma para aliviar la infestación y disminuir la probabilidad de reinfección".