MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Desayunar antes de realizar ejercicio puede "preparar" al cuerpo para quemar más carbohidratos mientras realizas deporte y a digerir más rápidamente los alimentos después de entrenar, según descubrieron investigadores de la Universidad de Bath en Reino Unido.
Científicos del Departamento de Salud de la Universidad, en colaboración con colegas de las universidades de Birmingham, Newcastle y Stirling, estaban estudiando el efecto de desayunar frente al ayuno durante la noche antes de parcticar una hora de ciclismo.
En una prueba de control, el desayuno fue seguido de tres horas de descanso. Los voluntarios comieron un desayuno de gachas hechas con leche dos horas antes del ejercicio. Después del ejercicio o el descanso, los investigadores comprobaron los niveles de glucosa en sangre y el glucógeno muscular de los 12 voluntarios varones sanos que participaron.
Descubrieron que desayunar aumentaba la velocidad a la que el cuerpo quemaba carbohidratos durante el ejercicio, así como también aumentaba la velocidad con la que el cuerpo digirió y metabolizó los alimentos que se ingerían después del ejercicio.
"Este es el primer estudio que examina las formas en que el desayuno antes del ejercicio influye en nuestras respuestas a las comidas después del ejercicio. Desayunar antes del ejercicio aumenta la velocidad a la que digerimos, absorbemos y metabolizamos los carbohidratos que podemos comer después del ejercicio", afirma Javier González, profesor titular del Departamento de Salud y codirector del estudio.
Rob Edimburgo, estudiante de doctorado en el Departamento de Salud que codirigió el estudio, explica que se ha descubierto que el desayuno antes del ejercicio aumenta la quema de carbohidratos durante el ejercicio, y que este carbohidrato no proviene solo del desayuno que se acaba de comer, también de carbohidratos almacenados en nuestros músculos como glucógeno.
"Este aumento en el uso de glucógeno muscular puede explicar por qué hubo un aclaramiento más rápido del azúcar en sangre después del "almuerzo" cuando el desayuno se había consumido antes del ejercicio. Este estudio sugiere que, al menos después de una sola sesión de ejercicio, desayunar antes del ejercicio puede 'preparar' nuestro cuerpo, listo para el almacenamiento rápido de la nutrición cuando comemos después del ejercicio", añade.
El estudio, que se publica en 'American Journal of Physiology: Endocrinology and Metabolism', muestra que igual no se pueden extrapolar otros estudios realizados en personas que están en ayunas, que es común en los experimentos de metabolismo, ya que la alimentación altera el metabolismo.
"Aunque el ayuno antes de los ensayos de laboratorio es común para controlar el estado metabólico inicial, estas condiciones pueden imposibilitar la aplicación de los hallazgos a las situaciones más representativas de la vida cotidiana, porque la mayoría de las personas no ayunan durante el día", señala González.
Como este estudio solo evaluó las respuestas a corto plazo para el desayuno y el ejercicio, las implicaciones a largo plazo de este trabajo no están claras, pero existen estudios en curso que analizan si desayunar antes o después del ejercicio de manera regular influye salud.
En particular, concluye, "existe una clara necesidad de más investigación que mire el efecto de lo que comemos antes del ejercicio sobre los resultados de salud, pero con participantes con sobrepeso que podrían estar en mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Estas son algunas de las preguntas ahora intentaremos responder".