MADRID, 27 Ene. (INFOSALUS) -
Los niños criados en instituciones muestran, a menudo, problemas en el desarrollo del cerebro y el funcionamiento conductual asociado. Este hecho, que ha sido comprobado en diversos estudio, es ahora motivo de una investigación que trata de descubrir cuál es el mecanismo cerebral que provoca un retraso en la evolución del niño.
El desarrollo del cerebro depende en gran medida de la experiencia. Según recoge un artículo sobre este ensayo clínico publicado en la edición digital de 'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine', experimentar el abandono en la infancia se asocia con alteraciones en la sustancia blanca del cerebro.
La investigación fue realizada en menores abandonados en Rumanía que experimentaron empobrecimiento social, emocional, lingüístico y cognitivo, mientras vivían en instituciones; y se compararon los datos con los que fueron ubicados en hogares de acogida de alta calidad o los que nunca han estado bajo atención institucional.
La doctora Johanna Bick, del Hospital Infantil de Boston y los coautores investigaron la integridad de la materia blanca en tres grupos de niños que participaron en el 'Proyecto de Intervención Temprana de Bucarest' (BEIP, por sus siglas en inglés) desde 2000 hasta el presente.
A los 2 años de edad, 136 niños que habían pasado más de la mitad de sus vidas en instituciones fueron reclutados para el estudio y se les asignó al azar a dos situaciones: permanecer en la atención institucional o ir a un hogar de acogida. Al inicio del análisis, este tipo de hogares era casi inexistente en Bucarest, Rumanía, y la atención institucional era el modelo estándar para los niños abandonados, según el trabajo. El equipo central de BEIP, con los investigadores principales y miembros del personal original del estudio, realizó los procedimientos de asignación al azar.
Se compararon las trayectorias de desarrollo de los niños previamente abandonados con las de los niños que crecieron en familias biológicas y se realizaron evaluaciones a los 30 meses, 42 meses, 54 meses, 8 y 12 años de edad. Los datos de los 69 participantes (de 8 a 11 años de edad) fueron seleccionados para el análisis estadístico de las anomalías en la sustancia blanca (23 niños que fueron de una institución a un hogar, 26 niños internados en instituciones y 20 niños que nunca habían estado en atención institucional).
IMPLICACIONES EN LA SALUD DEL NIÑO.
Los resultados del trabajo muestran asociaciones significativas entre el abandono en la vida temprana y la integridad microestructural del cuerpo calloso, extensiones que participan en el circuito límbico, el procesamiento sensorial y otras áreas. El seguimiento de los análisis sugiere que la intervención temprana en hogares de cuidados promovió un mayor desarrollo de la sustancia blanca normal en niños previamente desatendidos.
"Los resultados de este estudio contribuyen a la creciente evidencia de que el abandono grave en la vida temprana afecta a la integridad estructural de la materia blanca en el cerebro y que la intervención temprana puede promover la recuperación a largo plazo en los tramos de fibras específicas implicadas en los circuitos límbico y frontoestriatal y los procesos sensoriales. Nuestros resultados tienen implicaciones importantes para la salud pública relacionadas con la prevención y la intervención temprana para los niños criados en condiciones de descuido grave o contextos adversos más en general", concluyen los autores de este trabajo.