Desarrollan una superficie autolimpiante que repele incluso las superbacterias más mortales

Investigadores de la Universidad McMaster desarrollan una nueva envoltura que repele todo lo que entra en contacto con ella, incluidos virus y bacterias.
Investigadores de la Universidad McMaster desarrollan una nueva envoltura que repele todo lo que entra en contacto con ella, incluidos virus y bacterias. - GEORGIA KIRKOS, MCMASTER UNIVERSITY
Publicado: lunes, 16 diciembre 2019 7:12

MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, ha desarrollado una superficie autolimpiante que puede repeler todas las formas de bacterias, evitando la transferencia de superbacterias resistentes a los antibióticos y otras bacterias peligrosas en entornos que van desde hospitales a cocinas.

La nueva superficie de plástico, una forma tratada de envoltura transparente convencional, puede revestir por contracción en manijas de puertas, barandillas, material clínico y otras superficies que pueden ser imanes para bacterias como MRSA y 'C. difficile'.

El material tratado también es ideal para el envasado de alimentos, donde podría detener la transferencia accidental de bacterias como 'E. coli', 'Salmonella' y listeria de pollo crudo, carne y otros alimentos, como se describe en un artículo publicado por la revista 'ACS Nano'.

La investigación fue dirigida por los ingenieros Leyla Soleymani y Tohid Didar, quienes colaboraron con colegas del Instituto de Investigación de Enfermedades Infecciosas de McMaster y el Centro Canadiense de Microscopía Electrónica con sede en McMaster.

Inspirada en la hoja de loto repelente al agua, la nueva superficie funciona mediante una combinación de ingeniería y química de superficies a nanoescala. La superficie está texturizada con arrugas microscópicas que repelen todas las moléculas externas. Una gota de agua o sangre, por ejemplo, simplemente rebota cuando aterriza en la superficie. Lo mismo ocurre para las bacterias.

"Estamos ajustando estructuralmente ese plástico --avanza Soleymani, un físico de ingeniería--. Este material nos da algo que se puede aplicar a todo tipo de cosas".

La superficie también se trata químicamente para mejorar aún más sus propiedades repelentes, lo que da como resultado una barrera que es flexible, duradera y económica de reproducir.

"Podemos ver esta tecnología siendo utilizada en todo tipo de entornos institucionales y domésticos --apunta Didar--. A medida que el mundo enfrenta la crisis de resistencia antimicrobiana, esperamos que se convierta en una parte importante de la caja de herramientas antibacteriana".

Los investigadores probaron el material utilizando dos de las formas más problemáticas de bacterias resistentes a los antibióticos: MRSA y Pseudomonas, con la colaboración de Eric Brown, del Instituto de Investigación de Enfermedades Infecciosas de McMaster.

La ingeniera Kathryn Grandfield ayudó al equipo a verificar la efectividad de la superficie al capturar imágenes de microscopio electrónico que mostraban que prácticamente ninguna bacteria podía transferirse a la nueva superficie.

Los investigadores esperan trabajar con un socio comercial para desarrollar aplicaciones comerciales para este nuevo recubrimiento.