MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -
La especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, la doctora Isabel de Benito, ha desarrollado un protocolo para evitar la contractura capsular tras un implante de mama, ya que "es una de las posibles complicaciones que más temor suscita entre las pacientes".
Aunque el porcentaje de pacientes que se pueden ver afectadas es muy pequeño, la contractura capsular periprotésica es, probablemente, uno de los más importantes problemas que pueden dar con el tiempo los implantes mamarios.
De hecho, explica, "la contractura capsular es un tema recurrente entre quienes están pensando operarse de aumento de pecho y quienes ya lo han hecho: basta echar un vistazo a los foros de Internet".
Para solucionarlo, "los cirujanos deben conocer todas las causas que influyen en su aparición y trabajar para trazar protocolos de actuación preventivos cada vez más efectivos".
De Benito a través de varias ponencias en seminarios de cirugía plástica y publicaciones científica, relacionó, por primera vez, de forma directa, el desarrollo de contractura capsular con el Biofilm, un ecosistema bacteriano especial y muy resistente que puede instalarse alrededor del implantes.
"Dicha relación ha resultado básica en el desarrollo de nuevas técnicas y protocolos de actuación clínicos para prevenir esta posible complicación que, pese a ser porcentualmente pequeña, preocupa mucho a las usuarias de implantes", destaca esta cirujana responsable de la Clínica Porcuna & de Benito.
Sin embargo, todavía hay un gran desconocimiento entre las pacientes sobre qué es exactamente, qué lo produce y, sobre todo, qué últimos descubrimientos hay al respecto, como la relación de esta problemática y el Biofilm, así como todas las nuevas fórmulas de precaución que los cirujanos pueden tomar para reducir al máximo la incidencia de esta problemática.
MEDIDAS PARA PREVENTIVAS
Teniendo en cuenta las investigaciones más recientes, tal y como explica la doctora, actualmente se sabe que para su desarrollo hay más de 30 factores que puede influir para que se produzca, que van desde el tipo de prótesis a la técnica quirúrgica o por la biología de las propias pacientes.
Entre las medidas más eficaces para prevenir el desarrollo de los biofilm y contracturas, dentro del protocolo recuerda la importancia de tapar con un apósito el pezón durante la cirugía, para evitar la salida de bacterias del conducto durante la intervención
Asimismo, es recomendable realizar las incisiones para inserción del implante en el surco submamario, en lugar de periareolares, pues en la región del pezón hay mayor población bacteriana y más posibilidades de que se contamine la prótesis al introducirla.
Entre otras acciones destaca evitar en lo posible maniobras de disección innecesarias que supongan manipulación excesiva del implante o de los tejidos; el lavado de los bordes de la incisión con triple solución antibiótica inmediatamente antes de la introducción del implante; y el uso de antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa durante la cirugía para prevenir contaminación por bacteriemia.
Estas, entre otras medidas, tratan de evitar la formación y asentamiento del bioflim y el desarrollo de la contractura capsular pues, como explica la cirujana "una vez instalado el biofilm, actualmente hay todavía pocas posibilidades de tratamiento y erradicación".
QUÉ LO PRODUCE
Todos los implantes que se introducen dentro del organismo siempre van a formar una cápsula alrededor. "Se trata de una reacción de nuestros tejidos al cuerpo extraño que supone el implante", explica, por lo tanto, la formación de dicha cápsula es un fenómeno biológico positivo, que puede considerarse parte del proceso de cicatrización normal y es necesario para un buen resultado estético de la cirugía, ya que "la cápsula separa el implante de la mama y del resto de los tejidos y le otorga consistencia".
El problema es que no todas las cápsulas se forman como deben y existe un porcentaje ínfimo donde la cápsula se forma de una manera débil o incompleta, lo que en el caso de la cirugía de aumento de pecho puede implicar problemas como el que, por su debilidad, no logre 'sujetar' bien el implante y este caiga de manera poco estética.
En un pequeño porcentaje de pacientes, en su caso es inferior al 1 por ciento, la cápsula se empieza a engrosar y contraer con el tiempo. Esta situación clínica que puede provocar desde un ligero endurecimiento de la mama a una deformación de la misma, pudiendo llegar a endurecerse extraordinariamente y causar dolor, así como importantes distorsiones de la forma y el volumen de las prótesis.