MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un equipo conjunto de investigación de China y Estados Unidos ha desarrollado, a través del sistema de edición del genoma CRISPR, unos monos macacos para expresar una mutación genética relacionada con el autismo y otros trastornos del neurodesarrollo en humanos. Estos monos mostraron algunos rasgos de comportamiento y patrones de conectividad cerebral similares a los de los humanos con estas enfermedades.
Los trastornos del espectro autista (TEA) son problemas complejos del desarrollo con una base genética sólida. Los científicos han identificado cientos de variantes genéticas asociadas con el TEA, muchas de las cuales confieren individualmente solo un pequeño grado de riesgo. En este estudio, los investigadores se enfocaron en un gen con una fuerte asociación, conocido como 'Shank3'.
"El nuevo tipo de modelo podría ayudar a los científicos a desarrollar mejores opciones de tratamiento para algunos trastornos del desarrollo neurológico", explica Feng Guoping, uno de los autores principales del estudio, que se ha publicado en la revista 'Nature'.
Los modelos de ratones de TEA, debido a sus diferencias neuronales y de comportamiento con respecto a los primates, no han funcionado muy bien. Los rasgos de comportamiento y neurales reportados de los primates con genes Shank3 mutados proporcionan nuevos conocimientos sobre el modelo patofisiológico basado en circuitos del TEA.
Este modelo de primate es cercano a los humanos en evolución y tiene muchas similitudes con los humanos en la estructura cerebral. Por ejemplo, la corteza prefrontal de los primates no humanos está bien desarrollada, lo que desempeña un papel importante en la toma de decisiones, la atención y las interacciones sociales. Los déficits en estas funciones cognitivas se han asociado con trastornos cerebrales como el autismo. Por lo tanto, "los primates no humanos tienen la esperanza de convertirse en un modelo animal ideal para simular algunas enfermedades cerebrales humanas", aseguran los científicos.