MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han desarrollado un laboratorio portátil asequible que podría ampliar la capacidad de las regiones con pocos recursos para ofrecer una detección rápida, fiable y no invasiva del SARS-CoV-2, según publican en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE'.
E. Emily Lin y sus colegas de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) partieron de la idea de que los esfuerzos para llevar las vacunas contra el COVID-19 a los países con pocos recursos están en marcha, pero se necesitarán de dos a tres años más para lograr la vacunación completa y muchas regiones carecen de la capacidad práctica y financiera para realizar una cantidad adecuada de pruebas fiables para combatir el virus.
Para mejorar las opciones de pruebas de COVID-19, Lin y sus colegas han creado ahora un 'kit de laboratorio' por 51 dólares (unos 45 euros), que utiliza una muestra de saliva no invasiva en lugar de un incómodo hisopo de nariz o garganta.
Procesa 6 muestras en 90 minutos utilizando una técnica conocida como amplificación isotérmica mediada por bucle de transcripción inversa (RT-LAMP), que tiene una sensibilidad similar a la de las pruebas PCR.
Este nuevo sistema autónomo es portátil y puede utilizarse en entornos que carecen de una infraestructura costosa. Incluye una centrífuga, denominada 'CentriDrive', que se construye fácilmente a partir de discos duros de ordenador reciclados y puede alimentarse con una batería recargable o conectarse a una batería de automóvil. Viene con instrucciones sencillas que pueden seguirse con una formación mínima.
Los investigadores evaluaron la fiabilidad del sistema de laboratorio en una mochila utilizándolo para analizar muestras de saliva combinadas con cantidades conocidas de ARN del SARS-CoV-2. Comprobaron que el sistema era eficaz y sensible, capaz de detectar tan sólo 4 copias de ARN viral por microlitro de saliva, un nivel inferior al que se encuentra realmente en las personas infectadas.
Ahora esperan que este kit pueda ayudar a mitigar el impacto de la pandemia de COVID-19 al permitir una mayor cantidad de autopruebas en casa, pruebas sobre el terreno y pruebas móviles en una mayor variedad de culturas y entornos, como campos de refugiados y zonas de desastre.
"Después de las vacunas, las pruebas son el segundo componente más importante en la lucha contra la pandemia --recuerdan--. Hasta ahora hemos soportado los precios desorbitados de algunas de estas pruebas de respuesta rápida, pero es hora de abrir el concurso de ideas para poder reducir los costes y hacerlas más accesibles".
