MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han desarrollado una nueva herramienta para predecir de forma eficaz cómo los fármacos afectan al medio ambiente y en qué medida permanecen en el entorno, según los resultados de una investigación publicada en la revista 'Water Air and Soil Pollution'.
Los medicamentos son "parcialmente" metabolizados por el organismo humano ya que, según reconocen sus autores, hay algunos compuestos que quedan intactos hasta llegar al agua residual tratada en depuradoras, que no siempre están diseñadas para eliminar compuestos orgánicos sintéticos.
"A veces incluso determinados sustratos pueden revertir al fármaco original dentro de la misma planta de tratamiento e incrementar la concentración de fármaco en la salida del efluente de la planta, como es el caso de la carbamazepina (fármaco antiepiléptico psicótropo)", según explica a la agencia SINC Xavier Domenech, investigador del departamento de Química de la UAB y coautor de la investigación.
Según este experto, en declaraciones recogidas por Europa Press, es que "la preocupación aumenta cuando hablamos de la potabilización del agua para consumo humano, donde cada vez más se detecta la presencia de un cóctel de fármacos a baja concentración (nanogramos por litro), cuyo efecto a la larga se desconoce".
Por ello, su objetivo ha sido desarrollar una nueva herramienta que determine la posibilidad de que los fármacos acaben en el medio ambiente y a qué niveles de concentración, cumpliendo así con la obligación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) de evaluar el riesgo ambiental de los nuevos fármacos que se quieran comercializar.
La nueva herramienta, desarrollada por Marc Ribera, autor principal de la investigación, utiliza unas pocas propiedades fisicoquímicas y del ritmo de consumo de fármacos en España entre 1999 y 2006 para determinar su comportamiento ambiental.
Los fármacos analizados son los más consumidos en España (teniendo en cuenta a aquellos de más de 1 miligramo de sustancia activa por persona y año) y han incluido entre muchos otros ibuprofeno, diazepam, naproxeno, omeprazol o paracetamol.
Para validar el modelo, el equipo de investigadores comparó los resultados de la predicción del modelo en agua, con valores medidos por otros autores en ríos y lagos.
"El modelo aplicado predice bien los datos experimentales y puede erigirse en un buen modelo de predicción aplicable a la evaluación de riesgos ambientales de fármacos actuales y de aquellos que pretendan ser comercializados", concluye Domenech.