MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Un equipo dirigido por el profesor Kiavash Movahedi, del Centro VIB para la Investigación de la Inflamación en VUB, ha desarrollado un completo atlas celular del compartimento inmunológico del cerebro, observando no sólo una diversidad de macrófagos cerebrales, sino que también microglia donde no se esperaba.
Sorprendentemente, y según los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'Nature Neuroscience', estos microglia 'ocultos' mostraron un claro parecido con los microglia que normalmente se asocian a trastornos neurodegenerativos como, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer.
La mayoría de los macrófagos del cerebro se conocen como microglía. Estas células están en contacto cercano con las neuronas y son críticas para el correcto desarrollo y funcionamiento del cerebro. Pero más allá de la microglia, los cerebros albergan varios otros tipos de macrófagos, muchos de los cuales son relativamente desconocidos.
"Si bien los microglia están bastante bien estudiados, otros macrófagos cerebrales han permanecido bastante enigmáticos. Queríamos obtener una mejor comprensión de estas células, ya que creemos que podrían ser fundamentales para la regulación. La inflamación del cerebro y la inmunidad", han detallado los expertos.
Para revelar la heterogeneidad de los macrófagos en varias regiones del cerebro, los investigadores se basaron en un método para analizar la expresión génica de miles de células individuales. En total, los analizaron más de 60.000 células individuales, que se originaron en cerebros de ratones sanos, un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer, y en ratones con una mutación genética importante que afectó su sistema inmunológico.
"Nuestros resultados muestran que la aparición de macrófagos cerebrales puede variar enormemente según su nicho anatómico, lo que sugiere que cumplen una amplia gama de funciones. Un hallazgo inesperado fue la presencia de microglia que se pegaba a los bordes del plexo coroideo, una red de células en contacto directo con el líquido cefalorraquídeo. Esta microglia del plexo coroideo mostró un estado de activación similar al de la microglia que entra en contacto con depósitos amiloides tóxicos, una característica típica de la enfermedad de Alzheimer", han explicado los expertos.
El desafío ahora es dilucidar las funciones de esta nueva clase de microglia y entender cómo se relaciona esto con las respuestas microgliales que se observan durante la neurodegeneración. Los investigadores quieren descubrir las señales y los factores ambientales que subyacen a la aparición de las diversas formas de macrófagos cerebrales.
"Es cada vez más claro que la inflamación juega un papel central en muchos trastornos neurológicos, especialmente en la enfermedad de Alzheimer. Creemos que comprender los entresijos de los macrófagos cerebrales puede ser clave para encontrar finalmente tratamientos para estas enfermedades", han zanjado los científicos.