MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los científicos han desarrollado un tejido sintético que repara lesiones y restablece la función eréctil normal en un modelo porcino, según un estudio publicado en la revista 'Matter'. Los resultados sugieren que la túnica albugínea artificial (TAA), que imita una vaina fibrosa de tejido necesaria para mantener la erección, resulta prometedora para reparar lesiones del pene en humanos.
"Preveíamos en gran medida los problemas y resultados del proceso de construcción de la TAA, pero aun así nos sorprendieron los resultados en los experimentos con animales, en los que el pene recuperó la erección normal inmediatamente después del uso de la TAA", afirma Xuetao Shi, investigador de la Universidad Tecnológica del Sur de China y autor del estudio.
"La mayor ventaja de la TAA que presentamos es que consigue funciones similares a las de los tejidos imitando la microestructura de los tejidos naturales --asegura--. Este enfoque de diseño no se limita al diseño biomimético de tejidos de túnica albugínea, sino que puede extenderse a muchos otros tejidos que soportan cargas".
Shi explica que su equipo ha centrado recientemente sus investigaciones en la producción de biomateriales para abordar problemas de salud reproductiva masculina, como la disfunción eréctil, la infertilidad y la enfermedad de Peyronie, un trastorno del tejido conjuntivo que se cree que se produce como consecuencia de lesiones derivadas de las relaciones sexuales.
Alrededor de la mitad de los hombres de entre 40 y 70 años sufren algún tipo de disfunción eréctil, mientras que se calcula que un 5% padece la enfermedad de Peyronie, en la que se forma tejido cicatricial en la túnica albugínea que causa dolor y otros efectos. "Nos dimos cuenta de que se trata de un campo al que se ha prestado poca atención, aunque la necesidad al respecto es enorme", indica Shi.
Aunque muchos estudios anteriores se han centrado en la reparación de la uretra, Shi afirma que se ha investigado menos sobre el restablecimiento de la función eréctil. Y aunque los médicos pueden tratar a pacientes con tejido de túnica albugínea dañado fabricando parches a partir de otros tejidos del cuerpo del paciente combinados con matriz extracelular, estos parches presentan desventajas.
A veces el sistema inmunitario los rechaza o se producen complicaciones en la zona donante, y como sus microestructuras son distintas de las de la túnica albugínea natural, es difícil que estos parches sustituyan perfectamente al tejido natural.
Para resolver este problema, Shi y sus colegas desarrollaron la TAA a base de alcohol polivinílico, que tiene una estructura de fibras rizadas similar a la del tejido natural. Como resultado, el material sintético tiene propiedades biomecánicas que imitan las de la túnica albugínea.
Realizaron experimentos de laboratorio para investigar la toxicidad del tejido artificial y su compatibilidad sanguínea, ya que está diseñado para permanecer en el organismo durante mucho tiempo, y determinaron que no debería ser perjudicial para otros tejidos.
A continuación, probaron la TAA en cerdos miniatura Bama con lesiones en la túnica albugínea. Los investigadores comprobaron que los parches fabricados con el tejido artificial restablecían la función eréctil de forma similar a la del tejido normal del pene, lo que sugería que el parche sustituía con éxito la función de los tejidos naturales.
Analizaron el efecto de los parches de TAA al cabo de un mes y comprobaron que, aunque el tejido artificial no restablecía la microestructura del tejido natural circundante, desarrollaba una fibrosis comparable a la del tejido normal y lograba una erección normal después de inyectar solución salina en el pene.
"Los resultados un mes después de la intervención mostraron que el grupo con TAA logró buenos resultados de reparación, aunque no perfectos", apunta Shi.
Añade que en las lesiones de pene la túnica albugínea no suele ser el único tejido dañado. Los nervios circundantes y el cuerpo cavernoso, el tejido esponjoso que recorre el cuerpo del pene, también suelen resultar dañados, lo que dificulta aún más la reparación.
"Nuestro trabajo en esta fase se centra en la reparación de un único tejido del pene, y la siguiente fase será considerar la reparación del defecto peneano global o la construcción de un pene artificial desde una perspectiva holística", explica Shi. Ahora tienen previsto investigar técnicas para reparar otros tejidos, como el corazón y la vejiga.