MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva guía del Grupo de Trabajo Canadiense sobre Atención Médica Preventiva (Canadá) recomienda que los pacientes mayores de 18 años hablen con sus profesionales de la salud sobre la depresión en lugar de someterse a pruebas de detección rutinarias con herramientas estándar, como cuestionarios. La guía está publicada en 'CMAJ' (Revista de la Asociación Médica Canadiense).
En Canadá, la depresión es común: aproximadamente 1 de cada 10 personas (sin trastorno bipolar) la experimenta a lo largo de su vida. Afecta negativamente la forma en que una persona siente, piensa o se comporta, y puede estar relacionada con pensamientos suicidas.
Desde 2012, las tasas de depresión han aumentado en personas de 15 años o más. Las personas que experimentaron traumas en la infancia, padecen enfermedades crónicas, son indígenas, se identifican como 2SLGBTQIA+ o tienen trastornos por consumo de sustancias tienen mayor riesgo de depresión.
"La depresión es una enfermedad que puede afectar significativamente la salud y el bienestar de las personas", apunta el doctor Eddy Lang, miembro del Grupo de Trabajo, médico de urgencias de la Universidad de Calgary y presidente del grupo de trabajo de las directrices. "Es importante que los profesionales clínicos estén atentos y pregunten sobre la salud mental de sus pacientes como parte de la atención habitual, y que los pacientes comprendan la importancia de hablar sobre salud mental con sus profesionales de la salud".
Dado que la depresión suele diagnosticarse, controlarse y tratarse en atención primaria, esta guía está dirigida a médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud que pueden ser el primer punto de contacto para la atención. Su objetivo es brindar orientación a los profesionales clínicos para adultos mayores de 18 años con riesgo normal de depresión, así como para aquellos con mayor riesgo debido a traumas infantiles, antecedentes familiares y otros factores. Esta guía no se aplica a personas con antecedentes de depresión, diagnóstico o síntomas de depresión, ni a otras enfermedades mentales.
El Grupo de Trabajo Canadiense sobre Atención Sanitaria Preventiva recomienda no realizar pruebas de detección sistemáticas de la depresión mediante herramientas estandarizadas, como cuestionarios, en todos los adultos mayores de 18 años. En su lugar, enfatiza la vigilancia clínica y las conversaciones sobre salud mental entre los pacientes y sus profesionales de la salud.
"El grupo de trabajo no encontró evidencia de que adoptar un enfoque generalizado y realizar un cuestionario de detección de depresión en todos los adultos conduzca a una mejor salud mental", detalla el doctor Brett Thombs, experto clínico en la directriz, titular de la Cátedra de Investigación de Canadá y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad McGill y del Instituto Lady Davis de Investigación Médica del Hospital General Judío de Montreal, Quebec, ambos en Canadá. "Sin embargo, esto requeriría una gran cantidad de recursos en nuestras clínicas, y necesitamos esos recursos para ayudar a reducir los importantes desafíos que enfrentan las personas que buscan ayuda al acceder a la atención de salud mental en Canadá. El grupo de trabajo recomendó, acertadamente, la concientización y el diálogo entre los pacientes y sus profesionales de la salud, pero no una intervención de detección que supondría una carga adicional para el sistema de salud sin ningún beneficio".
Al formular esta recomendación, el grupo de trabajo consideró los desafíos que enfrenta el sistema de atención primaria de salud de Canadá y la carga de participar en actividades que consumen recursos escasos o podrían limitar el acceso a los proveedores de atención primaria, especialmente cuando hay una falta de eficacia por encima de la atención habitual.
"Es importante que los pacientes comprendan el valor de hablar sobre salud mental con sus proveedores de atención médica, y esperamos que esta guía les brinde un camino para apoyar a sus pacientes", resume el doctor Lang.
El grupo de trabajo de la guía estuvo compuesto por tres expertos clínicos y de contenido externos; un investigador con experiencia en salud mental y detección de la depresión; un médico-científico experto en psiquiatría, incluyendo el manejo de la depresión en atención primaria; y otro psiquiatra con experiencia en la prevalencia de trastornos de salud mental y factores de riesgo. El grupo de trabajo también contó con la participación de miembros del público que han experimentado depresión o que pertenecen al grupo objetivo para obtener sus aportaciones. Numerosas personas interesadas también aportaron sus ideas a la guía.