MADRID, 16 Ene. (INFOSALUS) -
¿Cuántas veces has rogado a Dios, ante una situación irritante, desesperante o insoportable, que te dé paciencia? ¿O, quizás por el contrario, eres de los que tienes aguante ante cualquier situación, hasta el punto de confundirte con un santo? La paciencia dicen que es una virtud, pero ¿de qué depende que tengamos más o menos?
Un estudio, publicado este jueves en la revista 'Current Biology', ha encontrado una respuesta. El equipo de científicos, liderado por Zachary Mainen, del Centro Champalimaud para lo Desconocido (CCU, por sus siglas en inglés), en Lisboa, Portugal, ha descubierto una relación causal entre la activación de las neuronas de la serotonina y la cantidad de tiempo que están dispuestos a esperar los ratones.
El estudio, además, rechaza una posible relación entre el aumento de la activación de las neuronas de la serotonina y la recompensa. Para investigar el papel de la serotonina en la paciencia, los autores usaron un trabajo en el que los ratones tienen que esperar una recompensa que llega a veces al azar y, durante algunos de los ensayos, estimularon las neuronas de serotonina utilizando una técnica llamada optogenética
La serotonina es una sustancia química neuromoduladora a la que se dirigen los fármacos antidepresivos, como 'Prozac', que son ampliamente utilizados para tratar la depresión y otros trastornos como el dolor crónico. Normalmente, un pequeño grupo de células en un área del cerebro llamada núcleos del rafe libera la serotonina, pero se conoce poco qué provoca naturalmente que estas neuronas se activen y liberen serotonina y cómo afecta a la función cerebral.
"Hicimos las neuronas de serotonina sensibles a la luz, por lo que cuando las iluminamos, se activaron y liberaron serotonina en el cerebro", explica Madalena Fonseca, miembro del equipo en el CCU.
Los científicos observaron que cuando se activaron las neuronas de serotonina, los ratones se volvieron más pacientes. "Hemos probado cómo los diferentes niveles de activación influyen en la espera y vimos que la activación más fuerte promovió tiempos de espera más largos; de forma que cuantas más neuronas de serotonina se activaron, los ratones podían esperar más tiempo", ha señalado Masayoshi Murakami, quien también forman parte del equipo de CCU.
ADEMÁS DE LA PACIENCIA, SE ESTUDIA EN LA DEPRESIÓN
Para probar si el aumento del tiempo de espera era un efecto secundario de otra función de la serotonina, los investigadores realizaron experimentos para ver si la estimulación de las neuronas de serotonina podría actuar como una recompensa. "Si la sensación de la serotonina era agradable o gratificante para los ratones, esto podría haber explicado por qué esperaron más tiempo", afirma Fonseca.
Para ello, los científicos de este trabajo, que continúan investigando otros aspectos de la función de la serotonina, probaron si los roedores prefieren realizar acciones relacionadas con la estimulación de la serotonina. Los resultados de estos experimentos fueron negativos, de forma que se descartó que el aumento de la paciencia fuera una consecuencia de recompensa.
Este estudio tiene implicaciones para entender la participación de la serotonina en la depresión y otras enfermedades. "Como se cree que los antidepresivos elevan la serotonina, la gente asume que más neuronas de serotonina les harán sentirse bien. Nuestros resultados muestran que la historia no es tan simple. Que la serotonina afecta paciencia nos da una pista importante que esperamos nos ayude a descifrar el misterio de la serotonina", concluye Zachary Mainen.