MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio reciente llevado a cabo en el grupo de Investigación de Tecnología y Análisis del Sueño (STAR) de la Universidad de Finlandia Oriental ha concluido que la interrupción del sueño en personas con apnea obstructiva del sueño varía según el tipo de evento respiratorio precedente a este despertar y la gravedad del mismo.
La apnea obstructiva del sueño es un trastorno respiratorio frecuente que provoca una somnolencia diurna excesiva y aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión e infarto.
Se caracteriza por obstrucciones repetidas, completas (apnea) o parciales (hipopnea), de las vías respiratorias superiores durante el sueño, que suelen provocar desaturaciones de oxígeno en la sangre y despertares del sueño. Los despertares interrumpen constantemente el patrón de sueño normal, lo que da lugar a un sueño inadecuado y a un acortamiento de los tiempos de sueño.
La calidad del sueño, por ejemplo, las fases del sueño y las excitaciones del sueño, pueden evaluarse a partir de la señal del electroencefalograma (EEG) registrada durante un polisomnograma.
Aunque los despertares del sueño se identifican a partir de las grabaciones nocturnas para caracterizar el grado de interrupción del sueño, esta información rara vez se utiliza para evaluar la gravedad de la apnea.
Así, en este estudio de la Universidad de Finlandia Oriental se investigó a 867 pacientes con sospecha clínica de apnea obstructiva del sueño en busca de diferencias en el contenido de alta frecuencia de las señales del EEG durante las excitaciones respiratorias.
Se investigaron las diferencias en la banda de frecuencias gamma entre las excitaciones causadas por diferentes eventos respiratorios (apneas e hipopneas obstructivas con y sin una desaturación de oxígeno en sangre de mayor o igual a un 3 por ciento) y en función de la duración del evento respiratorio (10-20 segundos, 20-30 segundos o más de 30 segundos). También se investigaron las excitaciones en diferentes etapas del sueño, comparándolas con épocas de 3 segundos de sueño estable durante las etapas correspondientes.
A diferencia del sueño estable, en el que la potencia gamma disminuía en las fases más profundas, la potencia gamma de la excitación aumentaba a medida que se profundizaba en el sueño.
Además, la potencia gamma de excitación fue mayor en relación con las apneas obstructivas en comparación con las hipopneas y aumentó en relación con las apneas obstructivas más largas en comparación con las más cortas. Además, la potencia gamma de excitación fue mayor en presencia de una desaturación de oxígeno, en comparación con la ausencia de la misma.
Dado que la actividad gamma elevada del EEG se ha asociado previamente con la vigilia durante la noche, los resultados demuestran que la intensidad de la excitación y, por tanto, la magnitud de la interrupción del sueño y la inestabilidad respiratoria podrían variar en función del tipo de evento respiratorio precedente y de su gravedad.
"Estos resultados pueden aportar más información sobre la fragmentación del sueño relacionada con los eventos respiratorios y la evaluación de la gravedad de la apnea obstructiva del sueño", afirma la autora principal, la investigadora en fase inicial Henna Pitknen, de la Universidad de Finlandia Oriental.