MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación ha demostrado, a través del primer ensayo clínico en humanos, que el actual tratamiento del cáncer del hígado mediante radioterapia dirigida administrada con la ayuda de perlas de vidrio que emiten radiación se puede aumentar al infundir microburbujas (pequeñas burbujas de gas rodeadas por una capa de lípidos) en el hígado y hacer estallar esas burbujas por ultrasonido, según publican los investigadores en la revista 'Radiology'.
El cáncer de hígado primario está aumentando en todo el mundo, en gran parte debido al aumento de las infecciones por hepatitis C y la enfermedad hepática crónica. Es difícil de tratar y mata a 750.000 personas al año en todo el mundo, lo que lo convierte en el segundo tipo de cáncer más mortal después del cáncer de pulmón.
"Este enfoque ha demostrado ser eficaz en estudios preclínicos que utilizan modelos animales de otros tumores sólidos como cáncer de vejiga, próstata y mama --explica John Eisenbrey, profesor asociado de radiología y autor principal del estudio--. Este es el primer trabajo que demuestra que este enfoque es seguro y prometedor en humanos con cáncer de hígado, lo cual es muy emocionante".
Alrededor del 15-25% de los pacientes con enfermedad avanzada se les recomienda un tratamiento llamado radioembolización transarterial, mediante el cual se insertan perlas de vidrio radiactivo en los vasos sanguíneos del hígado, y la radiación emitida proporciona una dosis terapéutica al tumor, destruyéndolo.
Sin embargo, la medida en que la radiación puede penetrar en el tejido hepático es limitada y la respuesta del tumor depende en gran medida de la distancia a las perlas radiactivas. Al combinar microburbujas con TARE, el enfoque sinérgico reduce la dosis de radiación necesaria para destruir los vasos sanguíneos del tumor y aumenta la eficacia del tratamiento.
"Las microburbujas en sí mismas se encuentran en agentes de contraste de ultrasonido disponibles comercialmente --señala Colette Shaw, profesora asociada y radióloga intervencionista y autora clínica principal del estudio--. El procedimiento para introducir las microburbujas en el tumor implica técnicas similares que se utilizan para acceder a los vasos sanguíneos".
Cuando las microburbujas son golpeadas por la onda de ultrasonido, comienzan a vibrar y si la onda es lo suficientemente fuerte estallan. La pura energía de estas diminutas explosiones causa daños físicos y químicos a los vasos sanguíneos de los tumores, haciéndolos más sensibles a la radiación.
Al dirigir el ultrasonido exactamente al lugar donde se encuentran los tumores, los investigadores pueden reventar o destruir las burbujas justo donde están las perlas de radiación y lograr una sensibilización altamente localizada.
El estudio piloto incluyó a 28 pacientes que fueron asignados aleatoriamente a dos grupos de tratamiento: radioembolización transarterial sola (TARE) o radioembolización y destrucción de microburbujas activada por ultrasonido (TARE + UTMD).
El equipo evaluó primero el perfil de seguridad de las microburbujas: no observaron cambios en los signos vitales como la temperatura corporal, la presión arterial y la frecuencia cardíaca en los pacientes que recibieron UTMD. Es importante destacar que la UTMD no comprometió la función hepática y no hubo efectos secundarios adicionales del enfoque combinado.
Los investigadores observaron 10 tumores en el grupo TARE solo y 15 tumores en el grupo TARE + UTMD, y evaluaron la respuesta tumoral a cada tratamiento. El 93% de los tumores mostró una respuesta parcial o completa al enfoque TARE + UTMD, mientras que solo el 50% mostró una respuesta en el grupo de TARE solo.
El equipo también encontró que los pacientes que recibieron la terapia combinada también tenían más probabilidades de recibir un trasplante de hígado, que ofrece la mejor posibilidad de supervivencia a largo plazo para los pacientes con cirrosis y cáncer de hígado. Estos pacientes también vivieron más tiempo y necesitaron menos retratamientos en comparación con los que recibieron TARE solo.
"Incluso en esta etapa inicial, hemos podido mostrar una mejora significativa en los resultados de los tumores con esta terapia combinada --asegura la doctora Shaw--. De cara al futuro, estamos inscribiendo a más pacientes para demostrar puntos de referencia clave en la promesa de este enfoque".
"Nuestros hallazgos realmente están preparando el escenario para una amplia gama de estudios que se realizarán en humanos --resalta el doctor Eisenbrey--. Este enfoque podría ser eficaz en el tratamiento de tumores hepáticos metastásicos, pero también de otros tipos de cáncer primario. Las burbujas mismas también pueden diseñarse para administrar quimioterapia u oxígeno a medida que estallan. Esta es realmente la punta del iceberg".