MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una hormona liberada del tejido graso crítica en el desarrollo del asma también está relacionada con la obesidad, y podría ser el objetivo de futuros tratamientos para la enfermedad, según una nueva investigación presentada este sábado en la ENDO 2019, la reunión anual de la Sociedad Americana de Endocrinología celebrada en Nueva Orleans (Estados Unidos).
Junto con la susceptibilidad genética y las exposiciones ambientales, la obesidad está emergiendo como un factor de riesgo para el asma. Muchos estudios han demostrado que la obesidad también afecta el curso del asma. Sin embargo, los científicos no entienden cómo la obesidad contribuye al asma. Se estima que el 40 por ciento de las personas con asma tienen obesidad.
"Existe una gran necesidad insatisfecha de tratamientos novedosos para el asma relacionada con la obesidad, debido a que estos pacientes son menos sensibles a las terapias actuales", explica el investigador principal de la investigación, M. Furkan Burak, de la Escuela de Salud Pública de Harvard T.H. Chan y del Hospital Brigham and Women's de Boston.
El estudio analizó la hormona adiposa aP2, que aumenta la circulación de humanos y animales con obesidad. Está involucrado en las respuestas inflamatorias del cuerpo y previamente se ha demostrado que contribuye a las enfermedades inflamatorias crónicas asociadas con la obesidad, como la diabetes y las enfermedades cardíacas. En investigaciones anteriores, los investigadores detectaron un aumento en los niveles de aP2 en la sangre y el líquido pulmonar en ratones con obesidad.
En su nuevo estudio, midieron los niveles de aP2 en sangre y líquido pulmonar de personas con y sin asma. Hallaron que los niveles de aP2 eran un 25,4 por ciento más altos en la sangre de las personas que estaban afectadas por el asma y cumplían con los criterios de obesidad o sobrepeso, en comparación con las personas que no tenían asma. Los niveles más altos de aP2 se asociaron con el asma solo en personas con sobrepeso u obesidad. No hubo diferencias significativas en los niveles de aP2 en las personas de peso normal con y sin asma.
También midieron los niveles de aP2 en el líquido pulmonar de 13 personas con obesidad y 36 personas de peso normal con y sin asma. Hallaron que los niveles de aP2 de los obesos eran un 23 por ciento más altos en comparación con los otros participantes del estudio.
"Estos datos sugieren que la aP2 podría ser un factor de riesgo independiente para el asma relacionada con la obesidad. También apuntan que los tratamientos anti-aP2 pueden impedir el desarrollo del asma relacionado con la obesidad y sus complicaciones crónicas, concluyen los investigadores".