CERDANYOLA DEL VALLÈS (BARCELONA), 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
La estimulación del hipotálamo revierte totalmente los déficits de aprendizaje y de memoria causados por una lesión cerebral, según ha constatado por primera vez una investigación llevada a cabo en ratas y liderada por la Universitat Autònoma de Barcelona(UAB).
El estudio, publicado en Behavioural Brain Research, lo han realizado los psicobiólogos del Instituto de Neurociencias y del Departamento de Psicobiología y Metodología de las Ciencias de la Salud de la UAB Pilar Segura y Ignacio Morgado; y Laura Aldavert y Marc Ramoneda, además de las biólogas moleculares de la Universitat de Girona (UdG) Isabel Kadar y Gemma Huguet.
Según ha informado el centro universitario, el estudio ha profundizado en el potencial del tratamiento de estimulación intracraneal --DBS, en sus siglas en inglés-- del hipotálamo para recuperar la capacidad de aprender y recordar tras una lesión severa de la amígdala cerebral.
Según los expertos, las disfunciones de esta parte del cerebro hacen que no podamos aprender la asociación entre estímulos --como ver un fuego y relacionarlo con el peligro de quemarse-- y pueden estar causadas, entre otros, por alteraciones bioquímicas de los neurotransmisores, situaciones de estrés muy intensas, ictus o tumores.
El trabajo ha constatado que los animales con la amígdala lesionada --con una afectación superior al 70%-- recuperan totalmente la capacidad para aprender y recordar después someterlos a varias sesiones, primero de aprendizaje y posteriormente del tratamiento de autoestimulación intracraneal del hipotálamo, que consiste en enviar impulsos eléctricos a esta región cerebral.
En la investigación han estudiado también los mecanismos por los que se produciría esta recuperación, sugiriendo que la estimulación del hipotálamo activa varias regiones del cerebro, especialmente los sistemas de memoria, que actuarían con efecto compensatorio.
El efecto perdura en el tiempo hasta tres meses después de diez sesiones de tratamiento de una hora cada una, contribuyendo a la consolidación de la memoria implícita y explícita y además, los niveles de aprendizaje y de retención de los animales lesionados son incluso mejores que los de los animales sanos.
Los investigadores ya habían apuntado en estudios anteriores que esta activación provocaba cambios estructurales en el cerebro, aumentando las conexiones neuronales, la expresión de genes con funciones relacionadas con plasticidad neural y neuroprotección.
En este trabajo han comprobado, además, que en la parte de la amígdala no dañada hay más actividad de la acetilcolinesterasa, una enzima clave en el metabolismo de la acetilcolina, un neurotransmisor crítico para el aprendizaje y la memoria .
"Esta regulación de la actividad colinérgica debe de participar en la recuperación y mejora producida por la estimulación, incluso modulando esta misma actividad en otras áreas del cerebro, y en especial en los sistemas de memoria, que actuarían como mecanismos compensatorios" , explica Pilar Segura.
En este sentido asegura que esto hace pensar que la estimulación del hipotálamo no afecta por una única vía, sino que tiene muchas vías de acción y dependiendo de donde esté la lesión, puede poner en marcha diferentes mecanismos para intentar reparar diferentes disfunciones .
El estudio, dicen los investigadores, demuestra la excepcional potencial terapéutico de la DBS y señalan que, además de aprender y recordar, el tratamiento podría ser eficaz para "desaprender", es decir, para dejar de vincular estímulos con emociones incapacitantes como las que causa el estrés post-traumático.