MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La doctora Pilar Bas, neonatóloga y especialista del servicio de pediatría de Vithas Las Palmas, ha confirmado que el llanto del bebé implica estrés y ha desaconsejado no atender su lloro porque "tendrá implicaciones en su desarrollo emocional ulterior".
Asimismo, ha añadido que el organismo de los bebés, y también de los adultos, cuando llora reacciona segregando cortisol, que en niveles elevados pueden implicar daño en estructuras y sistemas neuronales.
En este caso, la profesional reafirma la Teoría del Apego del psiquiatra John Bowlby, quien defendía que los recién nacidos que carecían de un vínculo afectivo de al menos un cuidador, presentaban alteraciones en su desarrollo social y emocional a largo plazo, incluyendo psicopatía sin afecto.
Según esta teoría, si unos padres no atienden las necesidades del bebé, este tendrá repercusiones en su patrón de apego, lo que conllevará a un estado de indefensión aprendida y/o resignación. "Hoy en día podemos afirmar, que dejar a un bebé llorando en una cuna sin consuelo, no sólo no es recomendable, sino perjudicial, y dicho perjuicio será peor cuanto más pequeño sea el recién nacido", ha sentenciado la neonatóloga de Vithas Las Palmas.