Dejar de fumar antes del embarazo ayuda a que los bebés tengan un peso significativamente más alto al nacer

Actualizado: jueves, 7 julio 2011 13:51

MADRID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los hijos de las mujeres que dejan de fumar en el período cercano a la concepción tienen un peso significativamente más alto al nacer, según una investigación dirigida por el profesor Macklon. Por ello, a las madres fumadoras se les anima a que dejen de fumar cuando confirman su embarazo, pero hasta ahora hay poca evidencia de que el abandono en una etapa tardía pueda tener un efecto positivo en el peso del niño al nacer.

"No sólo tenían mucho más peso los bebés de este grupo respecto a los de las madres que habían seguido fumando sino que descubrimos que estos niños llegaron a la misma edad gestacional y tenían el mismo tamaño de la cabeza que los hijos de mujeres que nunca habían fumado" explica el profesor Macklon. De esta manera, el experto asegura que "podemos dar pruebas fehacientes de que hacer el esfuerzo para dejar de fumar en el período cercano a la gestación es beneficioso para los bebés".

Aunque ahora hay pruebas evidentes de que el tabaquismo materno durante el embarazo es perjudicial para el feto, algunas madres siguen fumando porque les gusta la idea de dar a luz a un bebé pequeño. En este sentido, el profesor aclara que "las personas que creen que dar a luz a un bebé más pequeño significa un parto más fácil deben tener en cuenta la existencia de riesgos en los partos complicados para las fumadoras".

Según la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología Humana (ESHRE, por sus siglas en inglés) uno de los resultados negativos más comunes provocado por fumar durante el embarazo es que los niños nacen con muy poco peso. Además, los fetos expuestos al tabaquismo materno también están en riesgo de nacer de manera prematura y a problemas asociados al daño cerebral, así como anomalías congénitas como nacer con un labio partido.

Otro de los inconvenientes de fumar es que este hábito puede hacer que sea más difícil quedarse embarazada puesto que las mujeres fumadoras sufren mayores tasas de infertilidad debido al rápido envejecimiento de sus ovarios y llegan antes de lo normal a la menopausia.

Además, Macklon recuerda que "fumar durante el embarazo no sólo es malo para la madre y el recién nacido, sino que también lo es para el adulto en el que se convertirá su hijo".

"En el futuro nos gustaría ver el impacto de dejar de fumar antes de los tratamientos de fertilidad, ya que creemos que esto podría conseguir mejoras en los resultados de fertilidad", expone el profesor Macklon. "Pero, por ahora, esperamos que nuestra investigación signifique un estímulo adicional a las futuras madres para abandonar este hábito", concluye.