MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos) y del Instituto Kavli de Nanociencia de Caltech (Estados Unidos) exploraron los mecanismos que permiten a ambos tipos de cáncer lograr el mismo resultado de movimiento, aunque uno de ellos lo hace mediante la manipulación de tejidos. Los resultados aparecen en 'Biomicrofluidics' de AIP Publishing.
Las células cancerosas agresivas son expertas en moverse. Al diseminarse por el cuerpo, provocan metástasis, lo que reduce significativamente las probabilidades de supervivencia. Para que se produzca esta diseminación, pueden alternar entre diferentes estados celulares -comportamientos celulares- que se desplazan con distintas estrategias.
Un estudio previo reveló que dos líneas celulares específicas de cáncer metastásico -MV3 (melanoma) y HT1080 (fibrosarcoma)- son capaces de realizar un cambio similar cuando los espacios en el tejido son muy reducidos. Sin embargo, el estudio halló que solo una de las líneas celulares lo hacía cambiando sus modos de motilidad en respuesta al tamaño del espacio tisular y no explicó cómo la otra lograba el mismo cambio.
"Nuestra hipótesis era que, mientras que las células del melanoma pueden abrirse paso a la fuerza a través de los espacios tisulares, las células del fibrosarcoma son más flexibles o deformables", explica la autora Anouk van der Net. "Pueden cambiar de forma y contorsionarse, lo que, de hecho, les permite colarse mejor a través de espacios tisulares muy estrechos".
Para comprobar su teoría, los investigadores construyeron dos dispositivos microfluídicos especiales: uno para medir la deformabilidad de ambos tipos de células y otro para observar la velocidad con la que las células se desplazaban a través de espacios muy estrechos. Los resultados confirmaron que las células de fibrosarcoma no solo presentaban mayor deformabilidad, sino que también eran más eficaces y rápidas a la hora de atravesar espacios estrechos.
Además, el equipo analizó si las diferencias entre los tipos celulares influían en la trayectoria que seguirían las células y descubrió que ambos tipos tomaban decisiones similares ante distintos tamaños de huecos. En otras palabras, una mayor deformabilidad facilita que estas células de fibrosarcoma atraviesen pequeños huecos tisulares en comparación con las células de melanoma, pero no afecta a la dirección de su movimiento.
Esta investigación es una de las primeras en revelar una relación directa entre la deformabilidad de las células cancerosas y su migración activa a través de pequeños espacios. En el contexto del estudio previo, demuestra que esta relación también puede aplicarse a las estrategias de invasión en 3D.
"El estudio permitió comprender mejor cómo se diseminan las células cancerosas agresivas por el cuerpo y cómo la deformabilidad es uno de los factores determinantes, y muy probablemente también determina, cuándo las células cancerosas cambian de estrategia de diseminación", concluye van der Net. "Estos nuevos hallazgos también contribuyen al desarrollo de terapias y diagnósticos en los que se pueden medir las propiedades mecánicas de las células cancerosas para predecir la eficacia del tratamiento o el pronóstico del paciente".