MADRID 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El déficit hormonal durante la menopausia acelera la pérdida de colágeno de la piel, según han explicado los expertos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) ante la posible relajación por el ocaso del verano. Por ello, insisten en "extremar los cuidados y mantener unos hábitos diarios saludables".
Y es que, indican que cuando la mujer se encuentra en esta etapa de su vida, su piel "se vuelve más fina al disminuir la capa de colágeno". Además, manifiestan que ésta está más seca "porque las glándulas sebáceas segregan menos sebo", lo que deriva en una epidermis "más rugosa, y dura".
En ello incide el presidente de la AEEM, el doctor Rafael Sánchez Borrego, que subraya que la manifestación más visible de la piel durante la menopausia "es su adelgazamiento y sequedad, lo que condiciona una pérdida de flexibilidad y contractibilidad". Sin embargo, expone que cada vez existe una mayor conciencia de la importancia del bienestar general de la piel.
A este respecto, y debido a la fragilidad de la piel, los especialistas destacan la importancia de aumentar las precauciones. Algunas de ellas deben ser "tomar el sol de forma moderada, utilizar protectores solares adecuados e ingerir mucha agua", sostienen.
EL AUTOCUIDADO DEBE EMPEZAR EN LA ADOLESCENCIA
Sin embargo, el autocuidado de la piel por parte de la mujer debe empezar mucho antes, ya que es necesario emplearlo desde la adolescencia. En este sentido, los expertos señalan que es prioritario "mantener unos hábitos de vida saludables, con una alimentación rica, fomentando el ejercicio y abandonando el tabaco".
Así, Sánchez Borrego afirma que la piel "tiene memoria y contabiliza las horas de rayos UVA y UVB recibidos manifestándose sus consecuencias años después". En este sentido, insiste en que la adolescencia es una etapa en la que es fundamental protegerse al asegurar que "se calcula que el 70 por ciento de la exposición solar que recibimos proviene de los primeros 20 años de vida".
Por último, el experto sugiere la terapia hormonal de reemplazo como un sistema de prevención de estas patologías. "Es incuestionable para las mujeres con menopausia prematura"; mientras que para el resto, "es necesario que lo valore un médico y sea aceptado por la mujer", concluye.