Por qué debemos recuperar ese contacto físico perdido con la pandemia si queremos tener salud

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Publicado: jueves, 25 agosto 2022 8:20

   MADRID, 25 Ago. (EDIZIONES) -

   Una de las cosas que ha traído la pandemia, y que aún prevalece, es esa falta de contacto físico con los demás. Antes nos dábamos más besos, más abrazos, y ahora son contadas las ocasiones en las que lo hacemos, muchas veces sin ser conscientes de ello. El doctor Jordi Montero, neurofisiólogo clínico y miembro numerario de honor de la Sociedad Española de Neurología acaba de escribir un libro en el que reivindica el papel del contacto físico para la salud de las personas.

   Se llama 'A flor de piel' (Plataforma Editorial), un ejemplar en el que intenta explicar cuál es el mecanismo de las relaciones humanas, basadas en las emociones, un tema muy tratado en la literatura anglosajona, según reconoce en una entrevista con Infosalus, pero la "esencia del ser humano"; en definitiva, un manual que dice que puede ser "muy útil" a psicólogos, educadores, o vendedores, entre otros colectivos.

   Así, defiende que el contacto físico es "esencial y necesario", y por ejemplo en mamíferos como las ratas, es la madre rata la que hace un contacto táctil con la recién nacida durante varias horas, ya que si esto no es así la cría no sobrevive. "Y el contacto físico entre madre e hijo es esencial para que el niño se desarrolle y durante toda la vida continúa", remarca.

   Cuenta, por ejemplo, que se hizo un estudio en Rumanía en una institución que acogían a niños huérfanos muy pequeños, en los primeros meses de vida, y que no recibían caricias. Dice que se observó que el porcentaje de retraso psicomotor fue más alto que en los demás niños de su edad, fruto de esa falta de contacto físico.

   "Debemos tocarnos más con respeto, educación, con cariño, porque el contacto físico es bueno, igual que el emocional, la sonrisa, mirar a los ojos, entendernos. Nosotros podemos ser más felices si sabemos transmitir nuestras emociones. Las personas que están aisladas, solas, no tienen bienestar. Por eso es tan importante la relación social. Es el secreto del bienestar", defiende el doctor Montero.

   Este neurofisiólogo resalta que la premisa no debe ser 'pienso, luego existo', sino 'siento, luego existo': "La neurociencia cognitiva moderna está permitiendo acercar la ciencia y las humanidades. La ciencia actual nos explica cómo funcionan las relaciones humanas. La biología moderna nos ofrece esta posibilidad y este libro intenta inquietar a las personas para que profundicen en estos conocimientos".

   Aquí recalca que las caricias son la puerta de entrada para que las personas puedan entender cómo funcionan las emociones en el sistema nervioso, que de por sí es muy primario. "Es una forma de expresar las emociones, la forma más primaria", resalta.

DECIDIMOS EN BASE A NUESTRAS EMOCIONES

   Es más, este neurólogo llama la atención sobre el hecho de que nos enamoramos por emociones, o por ejemplo señala que elegimos por emociones el restaurante donde queremos comer. "La razón da una explicación, de si algo es verdad o es mentira en estas emociones. Alguien no nos gusta por emociones y las expresamos de una forma inconsciente por la cara que ponemos, por las palabras que decimos, y por las expresiones, y no lo acabamos de controlar y los demás nos conocen a través de nuestra expresión emocional. La razón es un servidor de las emociones, que son las que mandan, y las caricias es una forma primitiva, auténtica de expresar emociones", añade.

   A su vez, insiste en que las emociones representan un sistema esencial en la función cerebral, en la función del mamífero, "somos emociones", y la razón no es más que "una ayuda" que tiene nuestro sistema nervioso para explicarnos las emociones, que son las que mandan, en al animal y en el humano por supuesto.

QUÉ PROBLEMAS HA TRAIDO LA PANDEMIA

   Además, el doctor Jordi Montero, neurofisiólogo clínico y miembro numerario de honor de la Sociedad Española de Neurología indica que tras los dos años de pandemia se ha constatado la importancia y necesidad del ser humano por ese contacto físico, por las relaciones humanas y sociales: "La caricia no táctil, la caricia verbal, de la mirada, del gesto, de las expresiones, la mirada es fundamental en el humano porque el tacto es mucho más intenso y en el humano existe esta caricia en la mirada, en las palabras, en los gestos. La pandemia ha evidenciado lo necesario del contacto físico y afectivo".

   Considera también que muchas veces el contacto físico se ve impedido por diversas culturas, que le ha puesto muchas pegas: "Solamente hay que ver la relación entre la madre y el hijo, y la importancia del contacto para que el niño se desarrolle y esto dura durante toda la vida".

   A su juicio, vamos a necesitar esta manifestación de las emociones de los demás porque es lo más importante: "La razón de nuestra vida está más en nuestras emociones que en la razón, y hay que saber conjugar su importancia en nuestra conciencia y en nuestro conocimiento, por eso el libro termina hablando de la conciencia en el humano, y cómo las emociones entran de lleno en el concepto de conciencia".

   Subraya finalmente que el tema de las emociones se está tratando actualmente mucho en la sociedad y con este libro aporta una visión neurocientífica del concepto de las emociones. "Estamos en un momento muy transcendente de la Ciencia, en el que existe una con las Humanidades que permite estudiar en profundidad los aspectos físicos de las emociones, en qué consisten estas desde una perspectiva neurológica, del cerebro, física y aquí puedo aportar mucho conocimiento", añade.